Imagens das páginas
PDF
ePub

La fundacion de la Universidad de Alcalá de Henares, ó sea el Colegio mayor de San Ildefonso, fué concebida por el ilustre Prelado en los primeros meses de ejercer el alto cargo de arzobispo de Toledo: el dia 28 de Febrero de 1498, despues de haber aprobado los planos que, con sujecion á sus inspiraciones y deseos, habia trazado el arquitecto burgalés Pedro de Gu miel (1), fué colocada la primera piedra del edificio, y bendecida solemnemente por mano del generoso fundador; y desde entónces, ninguno de los grandes cuidados que ocuparon su ánimo en los años sucesivos, ninguno de los grandes dispendios que hacía para las otras empresas, todas útiles, todas patrióticas, que reclamaban su liberal auxilio, le hicieron olvidarse por ningun concepto de su querida fundacion: ni un solo dia faltaron los fondos necesarios para continuar el magnífico edificio, y ni un solo dia quedaron paralizadas las costosas obras, hasta que fué inaugurado el Colegio mayor, con solemne fun cion religiosa, el dia 26 de Julio de 1508, diez

(1) Este insigne alarife, contemporáneo y émulo de Egas, Covarrubias, Alava, Ontañon y otros no ménos insignes, estaba al servicio del Cabildo metro_ politano de Toledo, como maestre de obras de la Catedral.

años despues de comenzadas las obras de cons. truccion.

Hallábase entónces el Prelado, acompañando al Rey Católico, en la ciudad de Búrgos, y recibió detallada noticia de que, segun sus instrucciones, en dicho dia explicó su primera leccion filosófica el sábio Pedro de Lerma, llama do El Burgense, interpretando el primer libro de la obra De moribus, de Aristóteles, único filósofo de la antigüedad pagana de quien era devotísimo el ilustre Prelado toledano; los primeros catedráticos, « aquellos cuyos nombres (dice el cronista Gomez de Castro, en su libro De rebus gestis) no deben quedar sepultados en el olvido, porque dieron principio á una empresa tan gloriosa» (1), fueron el mismo Pedro de Lerma, Pedro Campo, Miguel Carrasco, Fernando Balbás, Bartolomé de Castro, Pedro de Santa Cruz, Antonio Rodrigo y Juan de la Fuente; creó en seguida otras cátedras, hasta el número de cuarenta, de teología, derecho canó

(1) .....Eorum nomina neque enim in obscuro fas est delitescant, qui tan preclaræ rei principium dederunt..... Petrus Campus, Michael Carrascus, Ferdinandus Balbasius, Bartholomeus Castrus, Petrus Sancta Crucis, Antonius Rodericus, Joannes Fontius." Lib, IV, fólio 80.

nico, medicina, cirujía, lógica, física, matemáticas, lenguas antiguas, retórica y gramática latina, buscando los profesores más sábios en las mejores universidades de Europa, estableciendo un completo sistema de enseñanza, que abrazaba todos los ramos del saber humano, en aquella época, y que no desmerecia del que estaba vigente en la celebérrima Universidad de Salamanca.

No fué el rey Don Fernando quien ménos admiró la gran obra de Cisneros: presentóse en Alcalá, en Mayo de 1513, para atender al restablecimiento de su quebrantada salud, y no habia visto al cardenal desde que este prelado regresó de Orán; mas cuando visitó el grandioso establecimiento, examinó su bien entendida organizacion, presenció los actos públicos de los numerosos escolares que frecuentaban las áulas, y oyó las sábias explicaciones de los profesores, felicitó ardientemente al ilustre fundador, y «le hizo ámplia justicia (exclama Gomez de Castro) al tributarle entusiastas elogios, por el gran beneficio que el Colegio mayor de San Ildefonso habia de producir en sus reinos. >>

Dícese que el rey Francisco I, cuando visitó el mismo establecimiento, en 1525 (despues de la batalla de Pavía), en el cual estaban matriculados más de siete mil escolares, exclamó

sorprendido, en espontáneo arranque de admiracion: Vuestro franciscano ha hecho, él solo, lo que únicamente una série de reyes ha podido hacer en Francia.»

Aludia, sin duda, á la fundacion y paulatino progreso de la célebre Sorbona, y tenía razon.

III.

En medio de los asíduos y difíciles deberes que embargaban todas las horas de su vida, aquel génio emprendedor y vigoroso tenía el proyecto de publicar una Biblia poliglota, en cuyas páginas habian de aparecer las Sagradas Escrituras en los mismos idiomas en que fueron escritas; proponíase realizar el grandioso proyecto concebido por Orígenes en los primeros siglos de la religion cristiana, y parece como que presentia el varon apostólico (escribe su entusiasta biógrafo), que en breve plazo habian de aparecer los protestantes de la Reforma, que intentaron impugnar y destruir la Iglesia de Jesucristo, interpretando á su manera el sentido misterioso de las Divinas Letras.>

En 1502, se dió principio á los trabajos, que fueron dirigidos entónces por el mismo Prelado, con esa actividad febril y creadora que constituia la base principal de su carácter; rodeóse

de los literatos más distinguidos que existian entónces en España, y que disfrutaban de me recido renombre en las universidades extranjeras; Antonio de Nebrija «el Nebrisense,» uno de los hombres más eruditos de su siglo, filósofo profundo, historiador y poeta, catedrático de gramática y de literatura clásica en la universidad de Salamanca, y luego profesor de griego en el Colegio complutense; Fernando Nuñez de Guzman «el Pinciano,» de aristocrático linaje, comendador de Santiago, profesor de latin y griego durante muchos años, y autor de obras y comentarios sobre los clásicos; Demetrio Cretense, sabio desterrado de Grecia por la irrupcion de los turcos; Bartolomé de Castro, conocido entre los eruditos por el Maestro Burjense; Lope de Zúñiga, el controversista afortunado del famoso Erasmo; Juan de Vergara, sabio helenista, y profesor más tarde de la Universidad complutense; Alfonso (médico), Pablo Coronel y Alfonso de Zamora, judíos conversos, antiguos rabinos, se ocuparon tambien en el exámen y preparacion de los materiales correspondientes á las secciones hebrea y caldea de la Biblia.

Jimenez de Cisneros impulsaba los trabajos literarios de estos hombres eminentes; era la autoridad en materias bíblicas, el crítico que

« AnteriorContinuar »