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>> riesen aventureros desalmados, y de que conquis>>tadores avaros le desolasen...... (1) .»

«Cualesquiera que fuesen los defectos de su razon, >>dice William Prescott, dificilmente podria el histo>>riador señalar un solo lunar en su carácter moral: su >>correspondencia respira siempre el sentimiento de la >> mas acendrada lealtad á sus soberanos; en su conduc>>ta se observa comunmente el mayor cuidado por los >>intereses de los que le seguian; gastó hasta el últi>>mo maravedí para restituir su desgraciada tripu>>lacion á su tierra natal; en todos sus hechos se ajus>>taba á las reglas mas estrechas del honor y de la »justicia..... Ha habido hombres en quienes las vir>>tudes estraordinarias han estado reunidas, si no con >> verdaderos vicios, con miserias degradantes; pero >>no sucedia así en el carácter de Colon: ya le consi>>deremos en su vida pública, ó ya en la privada, >>siempre le encontramos el mismo noble aspecto; su >>carácter estaba en perfecta armonía con la grandeza >>de sus planes, y los resultados de todo fueron los mas >>grandiosos que el cielo haya concedido realizar á un >>mortal (2). >>>

Alfonso Lamartine apura el diccionario de los elogios para derramarlos á manos llenas sobre Colon en el bello estilo que le es tan natural. «Todos los ca>>ractéres del hombre verdaderamente grande (dice)

(4) Irving. Vida y Viages de Colon, lib. XVIII. c. 5.

(2) Prescott, Reyes Católicos, part. II. c. 18.

>>se encuentran reunidos en él. Genio, trabajo, pa>>>ciencia..... obstinacion dulce, pero infatigable has>>ta lograr el fin, resignacion en el cielo, lucha contra >>las cosas..... estudio constante, conocimientos tan »vastos como el horizonte de su tiempo, manejo hábil >>pero honroso de los corazones para reducirlos á la >>verdad, nobleza y dignidad en las formas esteriores, >>>que revelaban la grandeza del alma y encadenaban >> los ojos y los corazones, lenguaje adecuado á la mag>>nitud y á la altura de sus pensamientos, elocuencia >>que convencia á los reyes y aplacaba los tumultos >>de sus tripulaciones, poesía de estilo que igualaba sus >> relaciones á las maravillas de sus descubrimientos y á >> las imágenes de la naturaleza, amor inmenso, ardien>>te y activo á la humanidad..... la ciencia de un le»gislador y la dulzura de un filósofo en el gobierno >>>de sus colonias, piedad paternal para con los indios, >>hijos de la raza humana, á quienes queria dar la >>tutela del mundo antiguo, pero no la servidumbre >>de sus opresores; olvido de las injurias, magnanimi>>dad en perdonar á sus enemigos, piedad, en fin, esa >>virtud que contiene y diviniza las demas, cuando >>ella es lo que era en el alma de Colon; presencia >>constante de Dios ante su espíritu, justicia en la con>>ciencia, misericordia en el corazon, alegria y gratitud >>en los triunfos, resignacion en los reveses, adora>>>cion por do quiera y siempre !

>> Tal fué este hombre (prosigue). Nada conoce

>>mos mas acabado: contenía á muchos en uno solo..... >>>Ninguno por lo grande de su influencia mereció me>>>jor el nombre de civilizador... El completó el uni>>verso; acabó la unidad física del globo..... La Amé>>rica no lleva su nombre, pero el género humano reu>>nido por él lo llevará á todo el globo ().»

(1) Lamartine, Cristóbal Colon, part. III. núm. 18.

De los dos hijos de Colon, Fernando, que era el natural, heredó su genio; Diego, que era el mayor 7 el legítimo, le sucedió en las dignidades y estados, por sentencia del consejo de Indias contra la corona. Casó despues con una sobrina del duque de Alba. Cárlos V, se opuso tambien mas adelante á la

sucesion del bijo de don Diego, el cual, desalentado, tuvo por prudente acceder á permutar sus derechos por otras dignidades y rentas que le fueron señaladas en Castilla. Los títulos de duque de Veragua y marqués de Jamaica que llevau sus descendientes, proceden de estos lugares que Colon descubrió en su cuarto y último viage.

CAPITULO XXII.

BREVE REINADO

DE FELIPE I. DE CASILLA.

1506-1507.

Empeño del rey archiduque en hacer recluir á la reina su esposa como demente.-Propónelo en las córtes de Valladolid, y no lo consigue. Declaracion de estas córtes.-Injusticias del nuevo rey: desconcierto en la administracion: digna y severa amonestacion del arzobispo Cisneros.-Escesos de inquisidores: alborotos.—Inesperada muerte del rey don Felipe.-Situacion de los partidos: temores.Consejo de regencia: Cisneros.-Aviso al Rey Católico, y su respuesta. Agitacion de los partidos.-Convocatoria á córtes en Burgos: resistese la reina á firmarla: conflictos.-Notable rasgo de demencia de doña Juana: estravagante procesion fúnebre.-Turbulento estado de Castilla.-Enérgica política de Cisneros.-Proróganse las córtes.-Llamamiento al Rey Católico.-Conducta de este monarca.-Resuelve volver á Castilla.

Todo el afan del nuevo rey de Castilla el archiduque Felipe, tan luego como se vió desembarazado del rey Fernando su suegro, era hacer que se pusiese en reclusion á la reina doña Juana, su esposa, en virtud de la enagenacion mental que padecia, entregándole á él solo el gobierno del reino; y asi lo propuso á las córtes que se hallaban reunidas en Valla

dolid ("). Doña Juana, cuya demencia nunca se ha podido calificar bien, quiso revisar por sí misma los poderes de los procuradores para ver si los llevaban en regla. Aunque don Felipe contaba para el logro de sus pretensiones con el beneplácito de muchos grandes, y principalmente del arzobispo de Toledo, que era el que privaba mas con él entonces, opusiéronse rigorosamente los procuradores de las ciudades, enér– gicamente apoyados por el almirante de Castilla, deudo de la familia real, que como ellos se irritaba de que se quisiese tratar á su reina de una manera tan indigna. Asi fue que en aquellas córtes no se hizo sino jurar á doña Juana como reina propietaria de Castilla (12 de julio, 1506), y á don Felipe como á su legítimo marido, y despues de ellos al príncipe don Cárlos como primogénito é inmediato suce sor

(2).

A pesar de esto, don Felipe, en virtud de la última concordia con don Fernando, que juró privadamente á presencia del arzobispo de Toledo y del marqués de Villena, empezó á despachar por sí y sin participacion de su muger los negocios del Estado; é hízolo de tal manera, que comenzó confiriendo los primeros y mas importantes cargos á sus favoritos, señaladamente á los flamencos, arrojando de ellos sin con

(4) Cuando los nuevos reyes hicieron su entrada en la ciudad, la reina doña Juana iba en una hacanéa blanca, con guarnicion de terciopelo negro; ella vestida de negro tambien y muy cubierto el rostro: negóse à participar de las

fiestas públicas, y la reina se apeó en casa de Iñigo Lopez, y el rey ca la del marqués de Astorga.

(2) Marina, Teoria de las córtes, p. 11. c. 7.-Zurita, Rey don Hernando, lib. VII. c. 44.

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