gusto de los europeos y ensancharon la esfera intelectual de los mismos. Entonces la poesía popular participando de aquella cultura, apareció en el siglo XII con mas agradables y complicadas formas, para captar la atencion y satisfacer el gusto de las gentes ya mas civilizadas. A este progreso de la poesía popular alude el trovador Guizaut Riquier en un poemilla que dirigió en forma de peticion á D. Alfonso el Sabio el año de 1257 (1). (1) Los versos dicen asi en provenzal: Sertz de calque saber D'auzir d'aquel que sap Perqu' el pros de primier Puois foron trobador Per bos faitz recontar &c. El sentido de estos versos es que los hombres sábios introdujeron al principio el arte de la yoglaria 6 yuglaria acompañado de instrumentos bien tañidos, para honrar y divertir á los nobles que mantenian á los juglares. Despues Tambien es probable que antes del siglo XII hubiese en los reinos de Leon y Castilla alguna poesía vulgar compuesta en el tosco lenguaje que iba lentamente formándose del latin adulterado; porque en todos los paises la poesía popular es la mas antigua, y esta se distingue por su sencillez, asi en el estilo como en la forma métrica. Tengo pues por cierto que antes del siglo XII se cantaban en Castilla romances en lengua vulgar, porque esta es la versificacion mas sencilla y acomodada á las canciones populares. Y aun me atreveré á decir que antes de escribirse el poema del Cid, á mediados del siglo XII, como opina D. Tomas Sanchez, y no antes por mas que diga al abate Andres (1), se cantaba en romances la historia del Cid, y tal vez el poema se compuso en gran parte con ellos. 1 Muéveme á pensar asi la observacion que he de esto vinieron los trovadores para cantar altos hechos y loar á los nobles, estimulando á otros para que los imiten. El que quiera saber mas acerca de los trovadores, puede consultar la obra, clásica en esta materia de Mr. Raynouard, intitulada Choix des poesies originales des troubadours, como tambien las vidas y obras de los trovadores, de F. Diez, profesor de la universidad de Bonn en Prusia, (1) Es muy notable que cuantos trataron de la antigüedad de este poema no reparasen en los versos 3013 y 3014 del mismo que dicen: hecho despues de una lectura muy atenta de este antiquísimo monumento de nuestra poesía, y es que en todo él se encuentran muchísimos versos de ocho sílabas, no siendo esta la forma métrica que adoptó el autor, sino otra muy distinta de versos. largos, desiguales, asonantados por lo comun, de que he entresacado como muestra los siguientes octosílabos, que forman otros tantos hemistiquios. los El conde don Anrrich é el conde don Remond: Este último era D. Alonso VII (hijo del conde D. Ramon de Borgoña y de Doña Urraca) que sucedió á su madre en el reino de Castilla, y no empezó á llamarse emperador hasta el año de 1135 en que se coronó como tal en las cortes de Leon, segun Sandoval en la Crónica de este rey, cap. 30. Por consiguiente el poema no pudo escribirse antes del indicado año, á menos que el autor hablase en profecía. 40 Una niña de nuef años 50 Que el rey non havie gracia 61 101 102 En cuenta de sus haberes de los que tenien ganados Llegó Martin Antolinez 103 ¿O sodes Rachel é Vidas los mios 107 A moros nin á cristianos 108 Por siempre vos fare ricos que non 134 De todas partes menguados Aun pudiera citar gran multitud de versos cion, y que no siendo esta la adoptada por el autor para la composicion de su poema, el hallarse en él tantos versos de ocho sílabas no hubo de ser efecto de pura casualidad, sino de intercalacion hecha de propósito, tomándolos de las canciones populares. Como quiera que sea de esta opinion mia, nueva y por lo tanto destituida de apoyo, el poema merece ser examinado con el mayor detenimiento, por ser la obra castellana mas antigua. En este concepto me he tomado el trabajo ímprobo de estudiarla bien y analizarla, arrostrando el fastidio que causa su inculto, desaliñado y oscuro lenguage; y por conclusion de este apéndice presentaré el plan de este poema, tan poco apreciado, con algunas observaciones mias acerca de su mérito. Desterrado del reino de Castilla el esclarecido Cid por orden del rey D. Alonso VI, sale afligido de Vivar en compañia de algunos valientes guerreros, resueltos á seguir su buena ó mala suerte. Encamínase á Burgos, donde se habia recibido un mandato real prohibiendo á todos sus moradores dar hospedage y aun hablar al caudillo, sopena de la indignacion del monarca y de perder sus bienes. Al entrar el Cid en la ciudad hallábanse los habitantes de ella asomados á las ventanas para ver pasar á tan insigne adalid; pero nadie osaba hatodos le compadecian. blarle, aunque El Cid se dirije á su casa, que encuentra cer |