Obras de D. Francisco de Quevedo Villegas ...J. Ibarra, impresor de Cámara de S.M., 1772 |
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Obras de D. Francisco de Quevedo y Villegas: t. 2, t. 3, t. 4 Francisco de Quevedo Visualização integral - 1840 |
Palavras e frases frequentes
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Passagens conhecidas
Página 116 - Esos huesos son el dibujo sobre que se labra el cuerpo del hombre-"; la muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte, tiene la cara de cada uno de vosotros y todos sois muertes de vosotros mismos; la calavera es el muerto y la cara es la muerte y lo que llamáis morir es acabar de morir y lo que llamáis nacer es empezar a morir y lo que llamáis vivir es morir viviendo, y los huesos es lo que de vosotros deja la muerte y lo que le sobra a la sepultura.
Página 57 - Señor mío Jesucristo, necesario ha sido el veros entrar en esta casa para persuadirme que no es el infierno». Imprimiéronseme estas razones en el corazón. Murió el pobre mozo, enterrárnosle muy pobremente por ser forastero, y quedamos todos asombrados. Divulgóse por el pueblo el caso atroz, llegó a oídos de don Alonso Coronel y, como no tenía otro hijo, desengañóse de...
Página 121 - Habéis de saber que para hacer y decir disparates, todos los hombres sois Juan, de la Encina; y que este apellido de Sncina es muy largo en cuanto a disparates.
Página 103 - Estaba tristísimo de ver dos desgracias tan grandes en un palmo de tierra. Al fin, me hube de apear; subió el letrado y fuese. Y yo, por hacer la deshecha, quédeme hablando desde la calle con don Diego, y dije: «En mi vida subí en tan mala bestia.
Página 56 - ¿Cómo gatos? Pues ¿quién os ha dicho a vos que los gatos son amigos de ayunos y penitencias? En lo gordo se os echa de ver que sois nuevo».
Página 116 - Paróse y respondió: -Eso no es la muerte, sino los muertos o lo que queda de los vivos. Esos huesos son el dibujo sobre que se labra el cuerpo del hombre; la muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte, tiene la cara de cada uno de vosotros y todos sois muertes de vosotros mismos...
Página 113 - Fueron entrando unos médicos a caballo en unas muías, que con gualdrapas negras parecían tumbas con orejas. El paso era divertido, torpe y desigual: de manera que los dueños iban encima en mareta y algunos vaivenes de serradores; la vista asquerosa de puro pasear los ojos por orinales y servicios...
Página 57 - Coman como hermanos, pues Dios les da con qué. No riñan; que para todos hay.
Página 8 - Dime con quién andas y diréte quién eres", por ir con buena compañía puse el pie en el umbral del camino, y, sin sentirlo, me hallé resbalado en medio de él, como el que se desliza por el hielo, y topé con lo que había menester.
Página 57 - Señor, ¿sabéis de cierto si estamos vivos? Porque yo imagino que en la pendencia de las berceras nos mataron, y que somos ánimas que estamos en el purgatorio; y así, es por demás decir que nos saque vuestro padre si alguno no nos reza en alguna cuenta de perdones, y nos saca de penas con alguna misa en altar privilegiado.