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D. FRANCISCO MONCADA Y MONCADA.

Natural de Valencia, marqués de Aitona, conde de Ossona, señor de las baronías de Oz, Aljafarin, Callosa, &c., senescal y maestre racional de la casa y corte de S. M. en el Principado de Cataluña, embajador en Alemania, de los consejos de estado y guerra, y capitan general de los estados de Flandes, en cuyos estados se portó con el valor y prudencia que refieren los coronistas de aquellos estados. Murió en Goch año de 1635, á los cuarenta y nueve de su edad (1).

D. JUAN CERVELLON.

Natural de Valencia, señor de Oropesa, famoso capitan de Carlos V, cuyo valor se hizo recomendable en el socorro de Perpiñan, en la batalla de Pavía, y en otras diferentes ocasiones, mereciendo por sus servicios la villa y castillo de Casellas, y añadir sobre sus armas la corona imperial (2).

D. MIGUEL DE MONCADA.

Natural de Valencia, señor de Villamarchante y Callosa, coronel y teniente de D. Juan de Austria, en el rio de Almazora, cuando el levantamiento de los moros de Granada, maese de campo en la batalla naval de Lepanto, virey de Cerdeña, y del consejo de guerra de S. M. (3).

D. FRANCISCO COLOMA..

Valenciano, caballero de la órden de S. Juan, comendador de Aliaga, general de las galeras de Portugal primero, y despues de los galeones de Indias, y electo virey de las Indias.

ESCRITORES.

MOSEN JORGE (4).

La antigüedad de mosen Jordi, y la gloria que resultaba de copiar y apropiarse el Petrarca algunos versos suyos que publicó Gimeno, y que por espacio de algunos siglos habian reconocido, no solo los españoles, sino tambien los italianos y los escritores de casi todas las naciones, se ha puesto en duda por dos

(1) Rodriguez: Biblioteca Valentina, pág. 139.

(2) Escolano: Historia de Valencia, tom. 1, pág. 1133.

(3) Id. id., id., id.

(4) Aùo 4270.

célebres autores, que son: el maestro Sarmiento, en sus Memorias para la historia de la poesía, números 503 y siguientes; y Sanchez, en la Coleccion de poesías anteriores al siglo XV. Pero sin legítimo fundamento; pues porque diga el marqués de Santillana: en estos nuestros tiempos floreció mosen Jorge de Santjordi, no puede inferirse, que en el siglo XIII no hubiese florecido tambien otro sugeto del mismo nombre y apellido, y mucho menos alguno que, aunque tuviese el mismo nombre, pero su apellido fuera distinto del que usaba aquel de quien habla el marqués, como existente en el siglo XV: con esta reflexion quedarian desvanecidos sus fútiles raciocinios; pero aun le da mas fuerza el considerar, que era imposible que Beutér, que nació en el mismo siglo XV en que escribia dicho marqués, se atreviese á publicar que un poeta tan moderno y conocido existia cerca de trescientos años antes, y acompañaba en sus espediciones al rey D. Jaime I, pues habria muchos que le hubieran desmentido. Y sobre todo no se puede negar que vivia entonces mosen Jorge del Rey, constando por el Registro Donat. Valentiæ et termino de 1237, que el rey D. Jaime, en premio de los servicios que le hacia en aquella conquista, le concedió un heredamiento en la ciudad de Valencia; ni poner tampoco en duda que este fuera poeta, porque un sugeto tan instruido en la historia de la poesía valenciana, como fue el célebre Gaspar Gil Polo, dijo en el canto del Turia:

Jorge del Rey con verso aventajado

ha de dar honra á toda mi ribera,
y siendo por mis ninfas coronado,
resonará su nombre por doquiera:
el revolver del cielo apresurado
propicio le será de tal manera,
que Italia de su verso terná espanto,
y ha de morir de envidia de su canto.

Cuyos últimos versos pueden manifestar bastante el aprecio que merecieron los suyos en Italia, y al Petrarca misino, que no reparó en adoptarlos.

Y así es visto, que el Jorge de S. Jorge que dice Santillana florecia en su tiempo, año 1450, é hizo la pasion de amor, en la que copiló muchas canciones antiguas, es distinto del Jorge del Rey que floreció dos siglos antes; lo que se comprueba por haber en aquella época familias de Sant Jorge, ó Sent Jordi, segun la escritura que recibió Mateo Esteve, notario, año 1436, y aun en el dia los hay de este apellido.

El eruditísimo P. Juan Andrés ha tratado este artículo con la fina crítica y severo juicio que acostumbra en la célebre obra del Orígen, progreso y estado actual de toda la literatura, tomo 11 de la traduccion, cap. II, pág. 112, y así

me remito á ella.

N'ALBERT D'ALAVANYA (1).

Jurisconsulto valenciano, su familia vino á la conquista de este reino; y una rama suya se estableció en la ciudad de Orihuela, luego que la ocupó D. Jaime I, segun manifiesta el exactísimo historiador Viciana, en la segunda parte de la Crónica de Valencia, fol. 38 v. Se dedicó Alberto al estudio de la jurisprudencia; y segun la fama que tenia entonces, y el gran número de jóvenes de España y otros reinos, que atraia la universidad de Bolonia, puede presumirse que se fue á estudiar en ella: hasta que pasados los cursos se graduó de doctor en leyes, de cuyo título usaba frecuentemente: y sin duda adquirió grandes créditos de literato, cuando el rey D. Jaime lo elevó al cargo de consejero suyo, y lo era ya en el año de 1268, como lo acredita la célebre sentencia arbitral sobre pago de diezmos y primicias, que dió el referido príncipe en Valencia en el palacio episcopal, á los cuatro dias, á la deseixida (dice) del mes de Abril del mismo año, y existe en varios libros del archivo de la bailía, y en la primer impresion de los Fueros hecha en 1482, á continuacion de estos, y en la cual se espresa haber sido testigo N'Albert (En Alberto) Dalavanya (de Alavanya) maestre en lleys y consejero suyo: lo cual da bastante motivo para presumir, que hubo de trabajar tambien en su arreglo. Se encontró en las turbulencias que suscitaron los abogados contra los fueros, por no quererse conformar con sus disposiciones, sino valerse de las del derecho canónico y civil, lo que obligó al rey á prohibir su egercicio en 1250 (privil. 37); y aunque lo permitió en 1264 (privil. 56), fue imponiéndoles graves penas en caso de apartarse de lo prescrito en el código foral. Merece, pues, elogios este autor por haber sido el primero, que para desengaño de los ciegos entusiastas del derecho romano y del decreto, y facilitar el cumplimiento de lo mandado, se dedicó á comentar aquel código, y manifestar la sabiduría de sus leyes.

Las obras de este escritor fueron muy estimadas, y hablaron con elogio de ellas Guillermo Jaffér y Arnaldo Juan, que ocupan un distinguido lugar en esta biblioteca; mas por desgracia ni Pedro Belluga, ni los jurisconsultos posteriores hacen la menor mencion de ellos, y hubiera quedado sepultado en el olvido el nombre de este insigne varon y de otros comentadores de los Fueros que vivieron en los tiempos anteriores á Belluga, á no ser por el erudito Sr. D. Francisco Javier Borrull, ministro decano de esta real audiencia, que movido de sus deseos de ilustrar en cuanto pudiera su patria, procuró examinar diferentes manuscritos del siglo XIV y XV, copiar algunos de ellos, y encontrándose con un gran número de comentarios de los Fueros, formar un catálogo de sus autores, averiguar el tiempo en que florecieron y cargos que desempeñaron, y comunicarlo todo al Ilmo. Sr. D. Francisco Perez Bayér, que haciendo un particular aprecio de estos trabajos, formó un breve compendio de ellos, y con

(1) Año 1270.

elogio de dicho señor, lo insertó en la biblioteca Hispana Vetus. Escribió: 1. Notæ super Foris regni Valentiæ.

Están escritas con mucho juicio é instruccion, y tratan solo de los Fueros de D. Jaime I, sin estenderse á fuero ó privilegio alguno de sus hijos. Se conservan estas glosas, y las de los demás intérpretes anteriores á Belluga, en la selecta biblioteca del Sr. Borrull, en dos tomos en folio, uno del siglo XV, y el otro copiado de varios manuscritos de la misma edad.

2.

Tractatus de contractu comande.

Lo cita Arnaldo Juan en sus comentarios.

MOSEN FEBRER (1).

El maestro Sarmiento y D. Tomás Sanchez tambien han querido quitar del siglo XIII á mosen Jaime Febrer, y trasladarlo al XV, fundados en la carta del marqués de Santillana; mas no reparan que este solo habla de un mosen Febrer, pero no de mosen Jaime Febrer, y así por ello quieren sin razon hacer de dos uno, y aunque le hubiera citado con dicho nombre,

no dice que viviera en su tiempo, como lo asegura de mosen Jordi : por lo que la mencion que hace del mismo, no puede probar de modo alguno que no existiese en el siglo XIII, ni disminuir la fe que se merece Beutér en la relacion de este hecho.

Además, que se cuenta entre los heredados por el rey D. Jaime I en la conquista del castillo del Puig y ciudad de Valencia, como lo asegura la donacion que hizo S. M. á mosen Jaime Febrer, en premio de sus servicios, de ciertas tierras en la Alquería de Mormany, huerta de dicha ciudad, á 14 de las calendas de Mayo de 1237. Hállase registrada fol. 12, pág. 1 del real registro Donationes Valentiæ, et term. de 1237.

Con mas esfuerzo ha impugnado Sanchez la antigüedad de las trovas de las familias, que vinieron á la conquista de Valencia, y quedaron establecidas en esta ciudad y reino, que el doctor Gimeno y varios otros atribuyen á mosen Jaime Febrer; el P. maestro Ribelles se empeñó en demostrar y apoyar la opinion de Sanchez, pero desistió luego de la empresa. Ello es cierto ó probable, que ni Beutér, ni Viciana, ni Escolano, ni Diago tuvieron noticia de tales trovas, puesto que no hacen mencion de ellas cuando tratan de las familias de Valencia; pero tambien lo es, que si se examinan las que cuenta Ribera (2) haber sido heredadas en Valencia y su término por el rey D. Jaime en 1239, y en otras partes en los años posteriores, segun los registros de sus donaciones custodiados en el archivo de Barcelona, las que refiere Escolano, lib. 3, cap. último, núm. 8 de su historia, haberlo sido, como aparece del libro de la Obispalía, y las que lo fueron en Játiva, que en vista del libro del repartimiento, copia él mismo en el libro 9, cap. 22, núm. 1.o y 2.o, etc. se descubrirá la certidumbre de haber venido á la conquista muchos de los que menciona Febrer,

(4) Año 1281.

(2) Centuria primera de la Milicia Mercenaria.

y la de no ser supuesta dicha obra; y como nunca han existido los registros de dichas donaciones en este reino, y encontrádose el manuscrito en el siglo XVII antes que el P. Ribera publicase su Milicia Mercenaria, hay bastante motivo para asegurar, que escribió las trovas quien lo habia presenciado todo, como fue mosen Febrer.

El P. maestro Teixidor empezó á comprobar con varios documentos el establecimiento en esta ciudad y reino de las familias contenidas en dichas trovas, y lo egecutó en todas las comprendidas en la letra A. Es verdad que no pudo continuar este ímprobo trabajo por hallarse en la edad de setenta y seis años; mas parece que bastan sus esfuerzos y las reflexiones anteriormente propuestas, para que mientras que no se produzcan otros argumentos que prueben lo contrario, se repute antigua dicha obra, y se atribuya á mosen Febrer. Porque tampoco es prueba de consideracion el haber estado ocultas algunos siglos; pues esta ha sido desgracia comun á otras muchas obras. Ni vale recurrir á alguna diferencia de estilo, puesto que es cosa harto sabida, que algunos con buena intencion, y para hacerlas mas inteligibles, las han variado en algun modo.

Segun puede presumirse, en el siglo XVII, y en tiempo de Onofre Esquerdo, se descubrió un egemplar de estas trovas, con la espresion de haberlas compuesto mosen J. Febrer: Esquerdo procuró adquirirlo, y persuadido de que ni habia otro, ni se habria esparcido la noticia del hallazgo, hizo sacar una copia atribuyendo el escrito á mosen J. Esquerra, que suponia ascendiente suyo, y al que daba los empleos y demás cargos de mosen Febrer; lo que mas de referirlo Gimeno, se confirma por haber existido en la biblioteca del Sr. Borrull un egemplar escrito con elegancia, é iluminados los escudos de armas de las familias, como tambien las primeras letras de cada trova.

á

Pero despues llegó á sus oidos no haber quedado enteramente oculta la noticia de ser mosen Febrer el autor de dichas trovas, que consiguientemente no podian atribuirlas á los Esquerras; y así hizo una traduccion de ellas en prosa, y conservando el contenido de la trova de Febrer, añadió en la letra E un artículo de la familia de Esquerra, diciendo haber venido á la conquista los dos hermanos Bartolomé y Juan, de quien preciaba ser descendiente; pues se quedó este segundo hermano establecido en Valencia, así como el primero en Benisa. Esta obra escrita de letra del mismo Esquerdo, se conservaba en la referida biblioteca del Sr. Borrull, que ha advertido que aquel insertó alguna familia que no vino al tiempo de la conquista, y en que el Dr. D. Agustin Sales, coronista de esta ciudad, ingirió tambien la suya.

A mas de estos egemplares, poseia tambien dicho Sr. Borrull otro de muy buena letra, escrito á mediados del siglo pasado, y una traduccion en verso castellano, hecha segun denota en el frontis por el Dr. Tomás Izquierdo y Guerrero, ciudadano de Alicante y vecino dé la corte.

Permanecian manuscritas las trovas, cuando el diarista de esta ciudad, á instancia de D. José March, caballero erudito de la misma, empezó á insertarlas en el diario de 1.o de Setiembre de 1791, y despues las publicó en el año de 1796 en un tomo en 4.o, con sus escudos, aunque grabados mezquinamente; y

TOм. II.

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