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de letras latinas y griegas, y en ellas ha muchos años que tienen por lector, el famoso, prudente y docto maestro Estevan, natural de la misma villa. Este fue el que trujo las primeras letras griegas, que se leyeron en esta escuela y en el reino de Valencia." &c. Gloria grande que resulta al referido Pedro Esteve. El haber dicho Escolano que este era natural de Morella, seria porque en un libro manuscrito que se conserva en el archivo de S. Bartolomé de Valencia de Antonio Juan Guimerá, del que habla Gimeno, tomo 1.o, pág. 112, se dice: que Marti de Sessé hizo dar cantidades en Morella à mestre Pere Steve, mon mestre per rahò del govern i aliments que en sa casa me prestà per temps de 4 anys à saber del any 1542, fins en Maig del any 1545, en lo qual temps me enseñà latinitat i alguns principis de Grech; por esto se ve dijo bien Viciana que Pedro Esteve es mas antiguo que Pedro Jaime Esteve, y aun es verosímil fuese aquel padre de este, y estuviese algun tiempo habitante en Morella, de donde procedió la equivocacion de Escolano.

Palmireno, en el Estudioso de la Aldea, pág. 135, hablando del Cartapacio, y literaria economía que ha de observar el estudioso en apuntar materias y asuntos, dice: «< Todos los doctos que he conocido guardaban este órden: principalmente el Dr. Pere Jaime Esteve, porque los dos conferíamos cada mes lo que habíamos cogido: y tenia libro para cosas de autores griegos, y otro para latinos, y otro para medicina. Dichoso el que los habrá comprado: porque cuando en su muerte hicieron almoneda, yo estaba en Çaragoça."

Fue Pedro Jaime Esteve nombrado catedrático secundario de medicina en 23 de Mayo de 1545, y en 12 de Junio de 1546, y en 21 de Mayo obtuvo la cátedra de cirugía. En 31 de Mayo de 1555 se erigió otra cátedra de matemáticas á mas de la que habia; y por su primer catedrático fue electo dicho Esteve, médico, para tres años, con salario de 50 libras ánuas, y pacto de no leer en una misma hora los dos catedráticos. Murió miércoles á 9 de Setiembre de 1556, como dice mosen Gaspar Antist en el folio 10 de su cuaderno de memorias manuscrito : «Dimecres á 9 del dit mes y any (Setiembre 1556) morí en Valencia Mestre Pere Jaume Esteve metge."

La obra que cita Gimeno, núm. 2.o, es la traduccion de Nicandro: la celebra Lampillas, tomo II, disertacion 2.a, párrafo 7, pág. 194, impresion de 1783, y por ser otra edicion es menester advertir que con el título de: Nicandri antiquissimi Poetae et Medici Theriaca in latinum carmen redacta; va tambien y comienza á la pág. 276 del libro Jacobi Grevini Claramontani Bellovaci Parisiensis medici et Philosophi praestantissimi de venenis libri duo. Antuerpiæ ex officina Cristophori Plantini clc. lc. LXXI. en 4.o Gerónimo Marcio, médico, que publicó esta edicion, agregó dicho tratado de la triaca, sencillamente sin decir que la traduccion á verso latino era obra de nuestro Esteve.

Al fin de las instituciones griegas de Miguel Gerónimo Ledesma, impresas en Valencia por Juan Mey año 1545, en 8.o, pág. 101, hay un epigrama griego de Esteve en alabanza del autor, y otro latino de seis dísticos al principio del libro De Sphera Mundi, de Baltasar Manuel Bon, del que habla Gimeno, tomo 1.o, pág. 121. Hacen memoria de este autor, Mariner, pág. 528; Mayans, vida de Vives, pág. 23, y Ortí, Memorias de la universidad de Valencia, página 169.

TOMAS REAL (1).

En el año 1503 ya era rector de la universidad de Valencia, como puede verse en el artículo de Martin Monleon; y tambien poeta, pues tiene poesías en lemosin en el certámen en loor de la Concepcion, celebrado en Sta. Catalina Mártir de Valencia, en 1532, y como son pocas, el libro rarísimo, y de bastante mérito, las copiaremos aquí para no privar al lector del gusto de leerlas:

En lahor de la purissima Concepció de nostra senyora escriu

Thomas real prevere à la joya.

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Murió nuestro escritor en 1.o de Agosto de 1557, como consta del documento siguiente: «Diumenge primer dia del mes de Agost del dit any 1557 morí en Valencia lo reverent mestre Thomas Real, Doctor en theologia, beneficiat en la Seu de Valencia.” Así mosen Gaspar Antist, en el cuaderno en 4.o, escrito de su propia mano, que está encuadernado con el dietario manuscrito que se conservaba en la librería de Predicadores de Valencia.

La obra de este autor que cita Gimeno, núm. 3.o, tiene este título:

Doctrina confessional pera les persones de ordens sacres y en alguns llochs util à tots los altres confessants: la cual scrivia Mestre Thomas Real prevere y theolech indigne. «Fonch impresa en Valencia en casa de la Viuda de Joan de Mey 1556." En 8.o, sin foliar.

Es visto que esta obrita está escrita en lemosin, y no en castellano, como lo insinúa Gimeno, columna 1.a de dicha pág. 129.

JUAN DE CELAYA (1).

De este autor habla Gimeno en el año 1551, tomo 1.o, pág. 107, diciendo que fue enterrado en la iglesia del convento de Monjas de la Puridad de Valencia, á lo que se añade la noticia de su fallecimiento, que fue en Valencia

(4) Año 1558.

TOM. II.

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dia 6 de Diciembre de 1558, como consta en el archivo de la parroquial de S. Andrés, donde desde aquella época se halla notado así su funeral: A6, dia de Sant Nicolau, soterrarem al Dr. Mestre Cellaya á la Concepcio, 27 preberes.

Habiendo nuestro autor estudiado artes y teología en París, se graduó de Doctor, y leyó cátedra de aquella facultad en su universidad: así lo refiere Gimeno en la columna 1.a del artículo de nuestro Celaya. Tambien obtuvo la lectura de artes, primero en el colegio de Cocqueret, y despues en el de Santa Bárbara, ambos en París, como lo manifiesta al fin de la obra de Sumulas, donde dice: Edita Lutetie dum in Collegio de Coqueret primo (ut aiunt) cursu artium studiosos regeret ac modedaretur, atque ab eodem enucleata in D. Barbere, Collegio in cursu secundo.

Fue muy estimado en Francia, donde por su notoria sabiduría obtuvo el empleo de vicario general en varios obispados, logrando una dignidad que le rendia anualmente 700 ducados. Al cabo de algunos años, y en el dé 1525, volvió á esta ciudad por ver á su madre y parientes; y á su arribo acreditó en el púlpito su gran sabiduría, cogiendo abundantes frutos de sus numerosos auditorios que le seguian á todas partes, no menos por la solidéz de su doctrina, que por su tenor de vida verdaderamente egemplar.

y

Admirada Valencia, su patria, de ver tan loables costumbres y talento, deseó retenerle en su recinto y evitar en lo posible su regreso á Francia. Para ello, los jurados interpusieron su mediacion con el emperador Carlos V, suplicando á S. M. en carta de 11 de Julio de 1525, se dignara mandar al Dr. Celaya que permaneciera en Valencia por el grande beneficio que de su doctrina egemplar vida lograrian sus paisanos; igualmente le rogaban que en consideracion á hallarse la ciudad muy endeudada por los gastos que ocasionó la guerra de la germanía, y para poderle situar el honorario correspondiente á su distinguido mérito, fuese de su real agrado ceder en beneficio de Celaya durante su vida el canonicato que S. M. tenia en esta catedral. Esta representacion existe en el archivo mayor de la ciudad, en el tomo xxxxii de cartas misivas. Como entonces no se estilaba copiar las responsivas (segun ahora se hace) no podemos saber qué resolvió el emperador : lo cierto es, que no obtuvo el deseado canonicato, porque en el consejo general tenido en 28 de Setiembre de 1525 se halla la siguiente propuesta:

<«<Item: fonch proposat en dit Consell, que Mestre Juan Salaya es fill de la present Ciutat, y home de molta ciencia y virtut y doctor gran de París ; lo qual si en esta Ciutat aturaba, lo Studi general floriria en Arts, en virtuts y bona crianza, y aumentaria per la sciencia y doctrina d'aquell, si la Ciutat lidonaba partit tal qual mereix; Provehi y ordena que lo dit Mestre Salaya ature en esta ciutat, axi per la sua sciencia, virtut, y bondat, començarà, per lo benefici y crianza del Studi, que en cert florirá. Y donen poder als Jurats, Racional, Advocats, Sindic, y altres que tenen poder en la ordenació del studi, axi en revocar cadires, com en disminuir aquelles, com en cara en aumentar salaris y disminuir salaris." (Manual del número 61, folio 250 vuelto).

Usando de dicha facultad los apoderados en 3 de Octubre del mismo año

:

1525, nombraron rector perpétuo de la universidad al Dr. Celaya, designándole 200 libras de salario ánuo, con la obligacion de leer cada dia dos lecciones de teología en las tres opiniones de Sto. Tomás, reales y nominales : « Ab aquesta condiciò que avent lo dit Mestre Salaya renda de la Sglesia part y cuantitat equivalent que disminuheixca de les dites docentes liures del que avrà de la Sglesia è axi deminuhint succesivament de les dites dosentes liures fins tinga de la Sglesia concorrent quantitat. Item donèm al dit la casa que està al costat del dit studi general." (Manual citado, folio 358.)

El espediente que se tomó para pagar á Celaya las 200 libras de salario ánuo, fue revocar siete cátedras que estaban ya provistas, y debian comenzar á leer sus catedráticos en S. Lucas del mismo año 1525; y fueron, tres de teología, una de cánones, otra de leyes, otra de filosofía moral y otra de gramática. Despues en el consejo general que se celebró en 25 de Setiembre de 1534, se ratificó que el Dr. Celaya, rector perpétuo de la universidad, gozase el mismo salario de 200 libras ánuas. Y aunque en el consejo general tenido en 14 de Agosto de 1536 se estableció que el rector de la universidad no fuese perpétuo, sino anual, con todo deliberaron que Celaya continuase en serlo; y pareciendo que era supérflua la primitiva obligacion de leer cada dia dos lecciones, segun las tres referidas sentencias, se acordó leyese solo una, segun la opinion que él quisiere: con 50 libras de salario.

Fueron muy considerables los beneficios que esperimentó la juventud valenciana con la enseñanza, virtud y egemplo del rector Celaya. El fue quien comenzó á desterrar la barbarie y sofistería que tenia tiranizada la universidad, y á su instancia se mandó que los catedráticos de filosofía la enseñasen por Aristóteles, siguiendo el comento de Sto. Tomás. Lorenzo Palmireno, testigo ocular, hace un grande elogio de nuestro Celaya en una oracion que dijo en 1574 en esta universidad, en defensa de otra que en lengua castellana habia pronunciado en Zaragoza; y publicó al principio de su tomo Campi Eloquentiae, impreso en Valencia en 1574. En 8.o

Honróle mucho Carlos V, mandándole pasar á la corte, conocido su mérito, por la espresada carta de los jurados; y esta fue la causa de empezar la impresion de sus doctísimos Comentarios por el cuarto de las Sentencias, como él mismo dice en la prefacion al lector; y en la dedicatoria del tomo 11 al mismo César confiesa la dignacion de S. M. en favorecerle con real munificencia, continuada con frecuentes cartas.

Mas no le faltaron algunos émulos, que resentidos y envidiosos del mérito y nombradía de Celaya, procuraron obscurecerlo. Los siete profesores que quedaron privados de sus cátedras, como antes hemos referido, le fueron muy contrarios, y tambien otros, por haberle conferido el magistrado el rectorado perpétuo; y aunque lograron la provision de que este honroso cargo fuese anual, no pudieron conseguir que se le negase á Celaya tan distinguido honor mientras vivió.

Fue nuestro autor hijo de Juan de Celaya, ciudadano, vecino de Valencia, segun consta por dos escrituras recibidas por Juan Bas á 8 de Enero de 1517, de las que tambien resulta nombrarse Juan Lorenzo Salaya, y ser maestro en

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