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Antes de disolverse la Asamblea llegó á Chuquisaca el Libertador. Este coloso de la revolucion Hispano-Americana, a quien unos, reputan por un dios i otros por un demonio, nació en Caracas el 24 de julio de 1783 de una familia demasiado rica: recibió la mas esmerada educacion, i en sus viajes por Europa aumentó el caudal de sus conocimientos: hablaba i escribia elegantemente el castellano, el italiano, el frances, el ingles i el aleman. "Elegante, lijero, dotado de una asombrosa movilidad en la accion i en el pensamiento, encubria como Cesar, bajo exterioridades amables i al parecer insustanciales, un alma de fuego, enerjica i constante, profunda i atrevida intelijencia, la intrepidez activa i emprendedora del tribuno, el valor sereno del soldado. Un instinto invencible le hacia mirar con horror las anarquias populares. Para él no habia dicha posible, sino en el órden, i para conseguirlo, mas queria un menoscabo de la libertad, que un peligroso exceso de ella. A la guerra de exterminio que hacian los españoles respondió con los dos terribles decretos de 8 i 15 de julio de 1813». Vió sin espanto la sangre, cuando fué necesario verterla por la independencia. El tratado que celebró con algunos gobiernos para la reunion de un congreso en Panamá, produjo una alarma jeneral. Se creyó que los gobiernos se coligaban en daño de los pueblos, i se temió sobre todo que Bolivar estableciese su dominacion en el Continente. Quizá el mando deslumbró por un momento al Libertador; pero es de creer que en su alma elevada, la gloria se sobrepusiese a la ambicion, i juzgamos sinceras sus palabras cuando dijo: "me crecis tan insensato que aspire a descender? No sabeis que el dictado de Libertador es mas sublime que el trono?»>

Uno de los mas importantes decretos que

Bolivar dió en Chuquisaca, fué el de la abolicion del tributo. El deficit que dejaba éste impuesto debia llenarse con una moderada contribucion, repartida entre todos los bolivianos. Por desgracia; aquella medida, análoga a otra que las Córtes dictaron en 1814, ha quedado hasta hoi sin efecto, permaneciendo los indios en el estado en que los puso la conquista.

A fin de establecer escuelas, colejios, hospitales i hospicios, creó Bolivar los fondos llamados de beneficencia, que se componian de los rendimientos de la obra pia de Paria, de las fincas pertenecientes a las comunidades de indios, de las capellanias de los jesuitas, i de otras varias fundaciones. Creó en Chuquisaca i la Paz tribunales de apelacion, debiendo llevarse del uno al otro los recursos de súplica i de nulidad, lo que constituyéndolos en superiores i subalternos a su vez, ocasionaba graves inconvenientes. Fijó la edad de 30 años para la profesion de los relijiosos, i de 25 para la de las monjas. Por enero de 1826 partió Bolivar a Lima, donde debia entregar al Congreso el mando discrecional que le habia confiado el Perú. Por disposicion de la Asamblea se encargó provisionalmente del gobierno de Bolivia el Gran Mariscal Sucre. No podia por cierto hacerse un nombramiento mas acertado. "Sucre que habia sellado el triunfo de Ayacucho con la jenerosidad de un valiente i con la humanidad de un heroe», poscia el arrojo del soldado, la pericia del jeneral i el tino del hombre de estado. En medio de la ignorancia casi jeneral de América, habia adquirido luces que no eran comunes ni aun en Europa. Justo i desinteresado en el mando, afable en el trato i de maneras insinuantes, nadie mejor que èl sabia conciliar el afecto a su persona i el respeto a su autoridad: humano i jeneroso, era inflexible cuando el deber lo requeria: laborioso sin igual, ac

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tivo e incansable, fué uno de los mas hábiles i afortunados capitanes de la independencia americana, i uno de los mas célebres de éste siglo, i cuya fama durará mientras duren en la memoria de los hombres los triunfos gloriosos de Pichincha i Ayacucho». Sensible i clemente, con razon pudo decir en uno de sus discursos a las Cámaras, "ningun huérfano, ninguna viuda jime por mi causa: he levantado del cadalso mil víctimas condenadas por la lei». Bajo su gobierno se crearon colejios en los departamentos que no los tenían, enseñándose materias ántes desconocidas en el país; se erijieron casas de educacion para niñas; se arreglaron los hospitales; i se puso mano en todas las reformas. Al tino i activa solicitud de Sucre se deben las instituciones mas importantes que hoi existen en Bolivia: sus beneficios fueron sin embargo desconocidos por algunos malos bolivianos, i el mejor mandatario tuvo enemigos gratuitos. Un oficial Matos, aprovechando la circunstancia de no haber nunca guardia en el palacio, se introdujo una noche en una pieza contigua al dormitorio del jeneral, con objeto de asesinarlo. Probada la tentativa, un consejo de guerra condenó a Matos al último suplicio; pero Sucre, siempre jeneroso, salvó la vida al mismo que queria arrebatarle la suya.

El 25 de mayo de 1826 se reunió la Asamblea Deliberante: sus diputados mostraron un saber que parecia increible, atenta la larga opresion de que salia el pais. La nacion vió con asombro oradores dignos de la tribuna francesa e inglesa. Hallábase entre los amigos del ministerio el D. D. Casimiro Olañeta, cuyos discursos merecen vivir en la memoria de sus compatriotas. Otro de los oradores del gobierno era el ministro Don Facundo Infante, de nacion español: dotado de varía instruccion, amigo de las luces del pueblo, conocedor de los principios del sistema representativo,

experto en la práctica de los negocios públicos, prestó al pais importantes servicios. Era el jefe de la oposicion, especialmente en lo que tocaba a los intereses del clero, el canónigo Orihuela: bombre de facil locucion, poseyendo mas conocimientos que los que demandaba su ministerio, haciendo valer en favor de sus opiniones la historia, temeroso del peligro que las alteraciones súbitas traen consigo, no queria sino las modificaciones lentas i graduales: su palabra era un dique en que se estrellaba el torrente revolucionario.

Las sesiones del Congreso derramaban tanta luz, que la opinion de la capital, declarada contra el proyecto de secularizacion de los relijiosos de uno i otro sexo, acabó por serle favorable, al cabo de diez dias de debate, poniéndose en pie al tiem po de la votacion todos los individuos de la barra, para mostrar su aprobacion. ¡Ejemplo memorable, aunque no único, del poder de la razon! El diputado Olañeta propuso la libertad de cultos, la abolicion del diezmo i del fuero eclesiástico, la organizacion del ejército bajo un nuevo sistema: queria reformas para las cuales aun no estaba bastante preparado el pais.

La Asamblea no habia hecho sino delinear la constitucion: quedaba por consiguiente que determinar la naturaleza i extension de los poderes públicos, señalar los derechos i obligaciones de los ciudadanos, en fin, constituir el pais. Fué éste el principal encargo del Congreso Constituyente, que discutió i aprobó casi en su totalidad el proyecto de constitucion, redactado por Bolivar. He aqui las principales disposiciones de la lei fundamental, aprobada por el Congreso; gobierno popular, representativo, bajo la forma de unidad; el poder público compuesto del electoral, lejislativo, ejecutivo i judicial; el cuerpo lejislativo, dividido en cámara de tribunos, de senadores

i de censores; el poder ejecutivo ejercido por un presidente vitalicio, un vice-presidente i tres ministros de estado; el poder judicial confiado a la Corte Supreina, las cortes superiores i los juzgados de letras, habiendo tres instancias.

Uno de los puntos en que el Congreso se apartó del proyecto del Libertador, fué la adopcion de la relijion católica, apostólica, romana, con exclusion de todo otro culto público, reconociendo no obstante el principio de que no hai poder humano sobre las conciencias. Bolivar omitió hablar de relijion, porque sogun él, "no puede el estado rejir la conciencia de los súbditos, ni dar el premio o el castigo, porque Dios es el único juez».

A mas del código fundamental, dió el Congreso varias leyes secundarias, tal fué la de secularizacion de relijiosos i monjas. No debe sorprender que entre éstas no pasen hasta hoi de tres las que han abandonado el claustro, lo que manifiesta que la opinion es mas poderosa que la lei. La del crédito público es otra de las que dictó el Congreso, poniendo en circulacion por via de empréstito u operacion de cambio, billetes sobre el crédito de la nacion, hasta la suma de tres millones de pesos, con el interes del seis por ciento anual, quedando hipotecadas al pago .del capital e intereses las rentas del estado.

Por otra lei se extinguieron las municipalidades, institucion esencialmente democrática, i tanto mas necesaria en los gobiernos centrales, cuanto que esas corporaciones, circunscritas a su verdadero objeto, son las únicas que en alguna manera pueden hacer en los gobiernos unitarios lo que los gobiernos particulares o locales en el sistema federativo. Pero las municipalidades de Bolivia, exajerando los principios de libertad, se arrogaron atribuciones que no les daba la lei, lo cual hacia embarazosa la administración pública.

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