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este lugar. Ambos gobiernos i yo los hemos llenado en la parte esencial; i es tiempo de que ésta Asamblea i la de Huaura, que debe reunirse luego, cumplan el suyo». La Asamblea declaró (47 de marzo 4836) "que los departamentos de Arequipa, Ayacucho, el Cuzco i Puno se constituian en un estado libre e independiente, bajo la denominacion de Estado Sud-Peruano; que ese estado se comprometia a celebrar con el que se formase en el Norte i con Bolivia, vínculos de federacion, cuyas bases se acordarian por un congreso de plenipotenciarios; i que confiaba a Santa-Cruz toda la suma del poder público». La misma Asamblea decretó (22 de marzo) "que una comision diera las gracias a Bolivia i su gobierno por los poderosos i eficaces esfuerzos con que habian contribuido a la pacificacion del Perú;» i aprobò el tratado de 15 de junio de 1835. El director de esa asamblea fué el D. D. Andres Maria Torrico, secretario jeneral de Santa-Cruz.

Luego que Santa-Cruz hubo puesto órden en los negocios del Sud del Perú, se dirijió a la Paz, con el objeto de dar por sí mismo sus instrucciones al vice-presidente Calvo, i de pedir al gobierno de Bolivia autorizacion para aceptar el protectorado del estado sud-peruano, que ya habia admitido. El vice-presidente concedió la autorizacion, manifestando el pesar que causaria al gobierno la separacion de Santa-Cruz.

El gobierno de Bolivia ordenó la reunion de un congreso extraordinario en Tapacarí, pueblecillo casi desierto. Parece que con la falta de publicidad queria el gobierno libertar a los diputados de la vergüenza de los actos que iba a exijirles.

El vice-presidente Calvo pidió en sù mensaje, “que el Congreso autorizase al gobierno para nombrar plenipotenciarios que con los designados por

el Sud i el Norte del Perú, formalizasen i arregla-. sen el pacto federal», i presentó un proyecto de decreto de premios al ejército, "educado en la escuela del honor por un jenio a quien obedecia la fortuna, i cuyas divisas eran el valor i la prudencia».

El Congreso, compuesto de los mismos diputados reunidos en la Paz, fué doblemente infame: por lei de 18 de junio de 1836 aprobó todos los actos del gobierno i del jeneral Santa-Cruz, a quien autorizó para el establecimiento de la Confederacion, con la calidad de que las bases sobre las cuales se formase el nuevo sistema político, se someterian a la lejislatura de 1837, para que segun ellas se hiciera la reforma de la constitucion.

El mismo Congreso obsequió a Santa-Cruz las haciendas de Chincha i Anquioma, radicándolas en su familia. La adulacion no olvidó al Dr. Calvo, a quien el Congreso dió una medalla de brillantes, que costó mas de 10,000 pesos; hizólo tambien jeneral de division, sin que jamas hubiese servido siquiera en la guardia nacional, i el vice-presidente tuvo la poca cordura de aceptar un puesto, que no estando en consonancia con sus antecedentes, no podia ménos que hacerle perder en la opinion. El Congreso dió tambien un sobresueldo de mil pesos anuales al D. d. Andres Maria Torrico, secretario jeneral de Santa-Cruz. El Protector del Estado Sud-Peruano adelantaba sus planes; hacia redactar un código de procedimientos, i disponia que los códigos civil i penal de Bolivia rijiesen en el nuevo estado, a quien ya no le convenia la lejislacion peruana, "compuesta de las leyes de los longobardos, de los godos, de los reyes de España i de las decretales de los pontífices».

La reunion de la Asamblea del Norte se verificó con 22 diputados, en la villa de Huaura. En el camino de la baja adluacion fué aquel congre

so mucho mas lejos que los de Sicuani i Tapacarí: decretò la creacion del Estado Nor-Peruano, que debia confederarse con el Estado del Sud, i con Bolivia; confirió el gobierno a Santa-Cruz, con el titulo de Supremo protector, autorizándole para nombrar al que habia de sucederle despues de su muerte; ordenó que se le erijiera una estátua en Lima, que se le obsequiara una espada de brillantes i que a su esposa se le hiciera un presente de 100,000 peSOS. Este último obsequio era de tan baja ralea, que Santa-Cruz lo rehusó. No olvidó la Asamblea de Huaura, lo mismo que la de Sicuani, dar gracias a la heróica Bolivia i a su valiente ejército por los servicios dispensados al Perú.

Inmediatamente dirijió Santa-Cruz una circular a los individuos del cuerpo diplomático de Lima, anunciándoles la creacion de una asociacion federal entre Bolivia i los dos estados del Perú, i diciéndoles, que aunque todavia no se habia erijido el gobierno federal, queria el Protector instruir a los gobiernos amigos del sistema que se proponia seguir. Dirijió tambien otra circular a los gobiernos de América, haciendoles saber las causas que produjeron la intervencion de Bolivia en el Perú, anunciándoles el nuevo sistema que por el voto de las asambleas de Sicuani i Huaura debia ponerse en planta, i expresando "que los estados sud-americanos, léjos de tener motivos de inquietud por la creacion de un cuerpo polítiço, en cuya estructura iban a combinarse los derechos sociales con la estabilidad del poder i la enerjia de su accion, debian mirarlo como una garantía de órden, como un dique opuesto al torrente de la anarquia».

El 28 de octubre de 1836 decretó SantaCruz en Lima el establecimiento de la Confederacion Perú-Boliviana, compuesta de Bolivia i los dos estados

del Perú. El Congreso de plenipotenciarios, encargado de fijar las bases de la Confederacion, debia componerse de tres individuos por cada uno de los tres Estados, i reunirse en Tacna el 24 de enero de 1837. El mismo dia 28 se promulgaron como leyes del Estado Nor-peruano, los códigos civil i penal de Bolivia i el código de procedimientos judiciales, mandado redactar por Santa-Cruz.

A poco se instaló la lejion de honor, especie de aristocracia, en que Santa-Cruz queria talvez crear una clase nobiliaria que apoyase sus miras ulteriores. La opinion vió con tal desvio esa institucion, que muchos lejionarios no se atrevieron a usar sus placas.

Bastante desenvuelto estaba ya el plan de Santa-Cruz para no producir la alarma de los estados vecinos. En efecto, la República de Chile, temicado la preponderancia de la Confederacion i juzgando que podrian menoscabarse sus intereses comerciales, resolvió contrariar los proyectos de Santa-Cruz: bien pronto se le presentó la ocasion de mostrarse hostil al Protector. El jeneral Freire, emigrado de Chile en el Perú, regresaba a su patria, cuando fué aprehendido en Chiloé; i como se le supusiese ajente de Santa-Cruz, zarpó de Valparaiso el Aquiles con direccion al Callao, donde por una ruin perfidia se apoderó de tres buques peruanos, que fueron conducidos a Valparaiso. Este suceso hizo que se espulsase del Perú al encargado de negocios de Chile.

Alteradas, como estaban, las relaciones de Chile con Bolivia i el Perú, procuró Santa-Cruz restablecerlas, i para ello nombró ministro plenipotenciario a D. Casimiro Olañeta. El gobierno chileno exijió que se diese una satisfaccion honrosa por la espulsion de su ministro; que se reconociese la independencia de Bolivia i el Ecuador, como absolutamen

te necesaria a la seguridad de Chile; i que se le indemnizasen los daños causados por Freire en su expedicion a Chiloé. No pudiendo Santa-Cruz aceptar éstas bases, consiguió que el Ecuador que habia sido invitado por Chile a una alianza, permaneciese neutral; pero no pudo impedir la alianza de la Confederacion Arjentina, cuyo jefe, el jeneral D. Juan Manuel Rosas, decretó la cesacion de las relaciones comerciales de aquella República con Bolivia. Con éste motivo fuè preciso guarnecer Tarija i la provincia de Chichas.

Por éste tiempo, cuatro hermanos, los Carrillos, mataron en Santa-Cruz al prefecto D. Anselmo La Riva. Quísose dar a ese asesinato un carácter político; pero lo que parece cierto es, que el oro movió el brazo de los matadores, i que ellos no fueron sino el instrumento de ajenas pasiones. Aprchendidos los Carrillos, se les pasó por las armas. Esa ejecu

cion era uno de los eslabones de una cadena de sangre. Un hermano de La Riva. entregado por Agui· lera a Olañeta, fué fusilado en Yotala; La Riva fusiló a Aguilera, i fué muerto por los Carrillos; la sangre de estos satisfizo a la justicia.

Los preparativos hostiles de la República Arjentina obligaron a Santa-Cruz a dejar el Perú, de donde se dirijió a la Paz: allí decretó un nuevo descuento del sueldo de los empleados. No era posible de otro otro modo cubrir los gastos del ejército. A su regreso al Perú llevó consigo Santa-Cruz a los plenipotenciarios de Bolivia, arzobispo D. José Maria Mendizábal, D. Miguel Maria Aguirre i D. Pedro Buitrago, que reunidos con los del Perú en Tacna, acordaron (1 de mayo de 1837) el Pacto de confederacion. Segun él, Bolivia ocupaba un rango subalterno; pues los dos Estados del Perú, identificados por los estrechos vínculos que los ligaban, tenian en el

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