Reminiscencias de d. Juan Francisco Ortiz (1808-1861): con prólogo de don J. Manuel MarroquinLibrería Americana, 1914 - 430 páginas |
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Palavras e frases frequentes
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Passagens conhecidas
Página 135 - Caraqueños ! Nacido ciudadano de Caracas, mi mayor ambición será conservar este precioso título: una vida privada entre vosotros será mi delicia, mi gloria, y la venganza que espero tomar de mis enemigos...
Página 85 - Vicepresidente montó a cabaWo, y seguido de una gran multitud, con una banda de música, dio vuelta a la plaza en vistoso alarde, arengando al pueblo, y cantando algunos del acompañamiento unos versos que empezaban : Ya salen las emigradas, Ya salen todas llorando Detrás de la triste tropa De su adorado Fernando.
Página 143 - Sotomayor hubo uno muy notable, y no debí poner entre los asistentes, pues era un mozalbete despilfarrado que concurría cuando se le antojaba, es decir, uno o dos días por semana, que los otros los gastaba en picos pardos, en comer frutas en el mercado o en vagar por las calles de la ciudad. Tendría entonces veintiuno o veintidós años, cuando más.
Página 118 - ¡Bella flor! cuando naciste Oh! que triste fue tu suerte: Que al primer paso que diste Te encontraste con la muerte. Arrancarte es cosa triste, No llevarte es lance fuerte, Dejarte donde naciste Es dejarte con la muerte.
Página 212 - ¡Oh, si ya de cuidados enojosos exento, por las márgenes amenas del Aragua moviese el tardo incierto paso; o reclinado acaso bajo una fresca palma en la llanura, viese arder en la bóveda azulada tus cuatro lumbres bellas, oh Cruz del Sur, que las nocturnas horas...
Página 136 - Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Página 134 - Colombianos! Ya toda vuestra hermosa patria es libre. Las victorias de Bomboná y Pichincha han completado la obra de vuestro heroísmo. Desde las riberas del Orinoco hasta los Andes del Perú, el Ejército Libertador, marchando en triunfo, ha cubierto con sus armas protectoras, toda la extensión de Colombia.
Página 117 - Improvisaba en el metro que se quisiese y sobre el tema que se le indicara, con asonante o consonante, en endecasílabos o en versos de arte menor, con pie libre o forzado, en décimas, en letrillas, en octavas; para él era indiferente. Era un prodigio ! y los que tenían el gusto de oírle una vez, querían oírle siempre. Era el Adonis de las damas, el embeleso de las tertulias ; era un cumplido caballero que se hacía querer por sus modales y por su chispa.
Página 156 - Yo presidía aquella reunión de jóvenes de esperanzas — escribe Juan Francisco — tan aplicados al estudio de las lenguas, de la literatura, de las matemáticas ; y puedo añadir sin faltar un ápice a la verdad, de jóvenes ilustrados, en cuyas cabezas ardía la chispa del talento, y cuya conducta podría servir de modelo a la juventud estudiosa».
Página 140 - ... de extremada viveza, generosa con sus amigos, caritativa con los pobres, valerosa, sabía manejar la espada y la pistola, montaba muy bien a caballo vestida de hombre, con pantalón rojo, ruana negra de terciopelo y suelta la cabellera, cuyos rizos se desataban por sus espaldas, debajo de un sombrerillo con plumas que hacía resaltar su figura encantadora: era bella como Clorinda, guerrera como Herminia y hechicera como Armida.