Libros de caballeriasM. Rivadeneyra, 1857 - 580 páginas |
Outras edições - Ver tudo
Palavras e frases frequentes
agora Agrájes alegre Amadis Amadís de Gaula amigo amor Angriote Arban Arcalaus armas aventuras ballero Barsinan batalla Beltenebros Bretaña Briolanja Bruneo buen caballero caballo cabe castillo corazon cosas Cuadragante cuita decia dellos despues desto dijeron dijo Amadís dijo el Rey díjole Dinarda dióle Doncel del Mar dueñas é doncellas Duque Durin Emperador Enano Entonces escudero escudo esforzado estaba estovo fablar facer falló fasta ferir fermosa ficieron fizo Florestan fólio fueron fuese Galaor Galvánes Gandalin Gaula gelo Gigante golpe Grasinda Grumedan Guilan guisa habeis habia hermano hijo hobo honra insola Firme lanza Lepolemo letra de Tortis libro libros de caballerías Lisuarte de Grecia llegó luego Mabilia Madasima mandó mano maravilla matar menester muerte mundo Nicolás Antonio Oriana oyó padre pasó placer podia podria Primaleon quereis queria quiero recebido Reina rey Lisuarte rey Perion saber sois tenia tierra tomó tornó tovo traia venia venir Verde Espada vieron villa vino vió voluntad yelmo
Passagens conhecidas
Página 103 - ... que las pasadas? Diría yo que no, si las cosas por él hechas en tan gran peligro suyo no se redundasen en tanto provecho de aquellos que, después de Dios, otro reparo si el suyo no tenían. Así que...
Página 23 - Por Dios, Señor, el vuestro perdí yo, e pasó por aquí el Doncel del Mar, e como vió que yo lloraba, dióme ese que él traía e yo pensé que el vuestro era." El Rey hobo sospecha de la Reina que la gran bondad del Doncel del Mar, junto con la su muy demasiada fermosura, no la hubiesen puesto en algún pensamiento indebido. E tomando su espada, entró en la cámara de la reina, y cerrada la puerta, dijo: "Dueña, vos me...
Página 22 - ... que la sangre le salía mucha y ya no podía herir, que la espada se le revolvía en la mano, tanto fue aquejado, que volviendo casi las espaldas andaba buscando alguna guarida con el temor de la espada que tan crudamente la sentía ; pero como vio que no había sino muerte, volvió tomando su espada con ambas las manos y dejóse ir al Doncel, cuidándole herir por cima del yelmo, y él alzó...
Página 85 - ... tantos y tales golpes como le daban; y estando en esta gran priesa y peligro, por ser los caballeros muchos, quísole Dios acorrer con los dos cohermanos que lo seguían, que cuando así lo vieron mucho fueron maravillados de tan gran bondad de caballero...
Página 65 - Brandueta había nombre, solos hablando en lo que oís y como ella era muy hermosa y él codicioso de semejante vianda, antes que la comida viniese, ni la mesa fuese puesta, descompusieron ellos ambos una cama...
Página 5 - ... amargura su corazón era puesto, como aquella que le convenía no poder gemir ni quejar, que su angustia con ello se doblaba. Mas en cabo de una pieza, quiso el Señor poderoso que sin peligro suyo un hijo pariese...
Página 5 - ... y dejóla ir; y como el agua era grande y recia, presto la pasó a la mar, que más de media legua de allí estaba.
Página 10 - Ella dijo que le placía. El Doncel tuvo esta palabra en su corazón, de tal guisa, que después nunca de la memoria la apartó : que sin falta, así como esta historia lo dice en días de su vida no fue enojado de la servir, y en ella su corazón fue siempre otorgado, y este amor duró cuanto ellos duraron ; que así como la...
Página xcii - ... de tales enxemplos y doctrinas, que con justa causa se podrán comparar a los livianos y febles saleros de corcho, que con tiras de oro y de plata son encarcelados y guarnescidos, porque assí los cavalleros mancebos como los más ancianos hallen en ellos lo que a cada uno conviene.
Página 118 - ... no me meta en tal cuita vuestro amor. De todas las que yo veo no deseo servir otra sino a vos, bien veo que mi deseo es devaneo do no me puedo partir, pues que no puedo huir de ser vuestro servidor, no me meta sin roseta en tal cuita vuestro amor.