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LOS MOROS DE GRANADA

ÉPOCA PRIMERA

CONQUISTA DE LOS ARABES Ó MOROS

DESDE ÚLTIMOS DEL SIGLO VI AL VIII

I

E conocen con el nombre de moros los habitantes de esa vasta región de Africa, limitada al oriente por el Egipto, al norte por el Mediterráneo, al oeste por el gran Océano, al mediodía por los desiertos de Berbería. Su historia, como la de casi todas las demás naciones en los principios, es obscura y está llena de fábulas las más extrañas é inverosímiles.

Hasta ahora, lo único comprobado es que desde las más remotas edades, las emigraciones de los habitantes de Asia hacia el suelo africa

no fueron muy constantes: el mismo nombre de moros ya parece indicarlo así. La mayoría de los historiadores hablan de un Meleck-Yarfrik, rey de Arabia, el cual seguido de un numeroso pueblo que profesaba el sabeísmo, ó adoración de los astros, fué á ampararse á la Libia, huyendo de su patria; éstos fueron los que denominaron Africa á aquella parte de la tierra.

Las principales tribus de los moros pretenden descender de estos primeros pobladores de la Libia. Sin entrar en discusión sobre sucesos tan remotos, se puede desde luego asegurar que los antepasados de aquéllos fueron los árabes. Tanto unos como otros han habitado siempre bajo tiendas, llevando idéntica existencia errante, nómada, vagabunda.

En la historia antigua, los moros son conocidos con los nombres de númidas, getulianos y massilianos. Estas tribus, que aunque de la misma raza, eran enemigas entre sí, dependían en cierto modo de la famosa Cartago, y con ésta cayeron, entrando á formar parte de la dominación romana.

Después de varias é inútiles revueltas, originadas por el espíritu inquieto, fogoso é inconstante de estos pueblos, fueron á caer bajo el yugo de los vándalos, del que lograron librarse

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pronto, para volver á ser conquistados un año después por Belisario.

Mas los árabes llegan á su vez á vencer á los griegos, y hasta someten á los mauritanos después de una guerra muy encarnizada.

Desde este momento, los moros, ya convertidos en musulmanes, se confunden con los árabes; por lo que se considera necesario decir aquí algunas palabras sobre esta nación extraordinaria, desconocida casi por completo durante tantos siglos, y que se levanta de repente, haciéndose dueña de la más grande porción de la tierra hasta entonces conocida.

Sin duda alguna, constituyen los árabes uno de los pueblos más antiguos del universo, y acaso el que mejor ha conservado en medio de las vicisitudes de los tiempos su peculiar carácter, su independencia absoluta, ó mejor dicho, su aislamiento de las demás naciones. Desde los siglos más remotos han vivido, como ya se ha dicho, en tribus, errantes en los campos ó reunidos en las ciudades, y sometidos á jefes que así ejercían las veces de guerreros como de magistrados; mas nunca estuvieron sujetos por completo á la dominación extranjera, á no ser de una manera momentánea. Los persas, los mácedonios y los romanos intentaron someter

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