no encontrándose un solo musulmán por las calles; pues éstos habíanse retirado á lo más escondido de sus hogares para llorar la pérdida de su amada Granada. Los Reyes Católicos se dirigieron en primer término á la gran mezquita, que fué transformada en iglesia, en donde se cantó un Te-Deum por el triunfo conseguido. Entre tanto, el Conde de Tendilla, nombrado gobernador de la plaza, plantaba la cruz y los estandartes de Castilla y de Santiago sobre la torre más alta de la Alhambra. Así cayó la ciudad de Alahmar en poder de los cristianos; terminando aquí la dominación de los moros en España, á los setecientos ochenta y dos años después de su conquista por Muza y Tarik. Antes que vivir en Granada sujetos á los españoles, muchos musulmanes prefirieron marchar á Africa. Los que quedaron en esta ciudad tuvieron que sufrir no pocas vejaciones y persecuciones de parte de sus conquistadores. Los sucesores de Fernando, Carlos I y Felipe II, en particular este último, trataron con excesiva dureza á los moros que aún quedaban en sus estados; y éstos, con ese valor temerario que presta la desesperación, toman las armas, y se entregan á las más terribles venganzas. Después, retirándose á lo más inaccesible de las montañas, eligen un caudillo con título de rey para que los guíe á la guerra: el designado fué Mohamed-ben-Ommiah, descendiente á lo que parece de los Ommiadas. Con éxito vario, el nuevo monarca libra diferentes batallas en los escabrosos terrenos de las Alpujaras, en donde con mucho trabajo logra sostenerse por espacio de dos años; pero al fin es asesinado por uno de sus parciales. Los moros designan un sucesor, que tuvo la misma suerte que aquél; viéndose al cabo en la necesidad de conformarse con el yugo de los cristianos, yugo que su pasada desobediencia hizo aún más pesado. Poco tiempo después aquéllos fueron expulsados por completo de los dominios españoles; llegando con dicho motivo á despoblarse de tal suerte el reino, y en particular Andalucía, que muchos pueblos quedaron por completo de siertos. Más de cincuenta mil de estos infortunados hijos del profeta pasaron á Francia; algunos pocos quedaron ocultos en los apartados desfiladeros de las Alpujarras, y la mayor parte fueron á establecerse á Africa, donde, bajo la tiranía de los emperadores de Marruecos, viven hoy; pidiendo continuamente al Dios de Mahoma que llegue presto el día en que puedan volver á su amada é inolvidable Granada. FIN ÍNDICE PRÓLOGO.. ÉPOCA PRIMERA.-Conquista de los árabes ó mo ros. Desde últimos del siglo VI al VIII. . . ÉPOCA SEGUNDA.-Los Califas de Occidente.Desde mediados del siglo VIII hasta principios del XI. Época tercera.-Principales reinos levantados diados del siglo XIII hasta la total expulsión de los moros en el XVI. Páginas. 5 33 59 89 115 |