Imagens das páginas
PDF
ePub

perador francés que una batalla ganada en las márgenes del Niemen amansaria aquella potencia y le daria á él lugar para redondear sus planes respecto de la Polonia y de la Alemania, y continuar sin obstáculo en adoptar otros nuevos, siguiendo una carrera que no tenia ya otros límites que los de su propia ruina. Pero el emperador Alejandro, amaestrado con la experiencia, y trayendo siempre á la memoria el ejemplo de España, en donde la guerra se prolongaba indefinidamente convertida en nacional, y en donde Wellington iba consumiendo con su prudencia las mejores tropas de Napoleon, no pensaba aventurar en una accion sola la suerte y el honor de la Rusia.

[ocr errors]

Opinion en

Alemania.

Aunque todavía tranquila, podia tambien la Alemania entrar en una guerra contra la Francia, segun cálculo de buenas probabilidades. Llevaba alli muy á mal el pueblo la insolencia del conquistador y la influencia extranjera, y se lamentaba de que los gobiernos doblasen la cerviz tan sumisamente. Alentados con eso ciertos hombres atrevidos que deseaban en Alemania dar rumbo ventajoso á la disposicion nacional, empezaron á prepararse, pero á las calladas, por medio de sociedades secretas. Parece que una de las primeras establecidas, centro de las demas, fue la llamada de Amigos de la virtud. Advirtiéronse ya sus efectos, y se vislumbraron chispazos en 1809, en cuyo año, á ejemplo de España, plantaron bandera de ventura Katt, Darnberg, Schill, y hasta el duque mismo Guillermo de Brunswick.

Medidas pre

poleon.

Tuvieron tales empresas éxito desgraciado, mas no por eso acabó el fómes, siendo imposible extirparle á la policía vigilante de Napoleon, pues se hallaba como connaturalizado con todos los alemanes, y no repugnaba ni á los generales, ni á los ministros, ni á príncipes esclarecidos, que le excitaban, si bien muy encubiertamente. Una victoria de los rusos ó un favorable incidente bastaba para que préndiese la llama, tanto mas fácil de propagarse, cuanto mayores y mas extendidos eran los medios de abrirle paso. Por tanto Napoleon procuró impedir, en lo posible, una manifestacion cualquiera de insurreccion popular, ventivas de Namas peligrosa al comenzar la guerra en el Norte. Creyó pues oportuno y prudente tomar prendas que fuesen seguro de la obediencia. Asi que se enseñoreó sucesivamente de varias plazas de Alemania en los meses de febrero y marzo, y concluyó tratados de alianza con Prusia y Austria, persuadiéndose que afianzaba de este modo la base de su vasto y militar movimiento contra el imperio ruso. No le sucedia tan bien en cuanto á las potencias que formaban, por decirlo asi, las alas; Suecia y Turquía. Con la primera no pudo entenderse, y antes bien se enagenaron las voluntades á punto de que dicho gobierno, no obstante hallarse á su frente un príncipe francés (Bernadotte), firmó con la Rusia un tratado en marzo del mismo año. Con la segunda tampoco alcanzó

Bonaparte ninguna ventaja, porque si bien en un principio mantenia guerra el sultan con el emperador Alejandro, irritado despues con los efugios y tergiversaciones del gabinete de Francia, y acariciado por la Inglaterra, hizo la paz, y terminó sus altercados con Rusia en virtud de un tratado concluido en Bucharest, al finalizar mayo.

Proposiciones

Inglaterra.

Napoleon, aunque decidido á la guerra, deseoso de Napoleon á la sin embargo de aparentar moderacion, dió antes de romper las hostilidades un paso ostensible en favor de la paz. Tal era su costumbre al emprender nuevas campañas; mas siempre en términos inadmisibles.

Dirigiéronse las proposiciones al gabinete inglés, cuya política no habia variado, aun despues de haber hecho dejacion este año de su puesto el marques de Wellesley, fundándose en que no se suministraban á su hermano Lord Wellington medios bastante abundantes para proseguir la guerra con mayor teson y esfuerzo. Las propuestas del gobierno francés, fechas en 17 de abril, las recibió Lord Castlereagh, ministro á la sazon de negocios extranjeros. En ellas, tras de un largo preámbulo, considerábanse los asuntos de la península española y los de las Dos Sicilias como los mas difíciles de arreglarse, por lo cual se proponia un ajuste apoyado en las siguientes bases. « 1 (decia el gabinete de las Tullerías): Se garantirá la integridad de la España. La Francia < renunciará toda idea de extender sus dominios al otro lado de «los Pirineos. La presente dinastía será declarada independiente, y la España se gobernará por una constitucion nacional de córtes. Serán igualmente garantidas la independencia é integridad de Portugal, y la autoridad soberana la obtendrá la casa <de Braganza. »

«

[ocr errors]

« 2a : El reino de Nápoles permanecerá en posesion del monarca presente, y el reino de Sicilia será garantido en favor de la actual familia de Sicilia. Como consecuencia de estas estipulaciones la España, Portugal y la Sicilia serán evacuadas por las fuerzas <navales y de tierra, tanto de la Francia como de la Inglaterra. › Con fecha de 23 del mismo abril contestó Lord Contestacion. Castlereagh, á nombre del príncipe regente de Inglaterra (que ejercia la autoridad real por la incapacidad mental que habia sobrevenido años atras á su augusto padre) que « si como <se lo recelaba su alteza real el significado de la proposicion : la ‹ dinastia actual será declarada independiente, y la España gobernada « por una constitucion nacional de córtes, era que la autoridad real <de España y su gobierno serian reconocidos como residiendo en < el hermano del que gobernaba la Francia y de las córtes reunidas <bajo su autoridad, y no como residiendo en su legítimo monarca Fernando VII y sus herederos, y las córtes generales y extraor<dinarias que actualmente representaban á la nacion española ; se

⚫le mandaba que franca y expeditamente declarase á S. E. (el duque de Bassano) que las obligaciones que imponia la buena fe apartaban á S. A. R. de admitir para la paz proposiciones que <se fundasen sobre una base semejante. »

«

Que si las expresiones referidas se aplicasen al gobierno que <existia en España, y que obraba bajo el nombre de Fernando VII; en este caso, despues de haberlo asi asegurado S. E., S. A. R. ⚫estaria pronto á manifestar plenamente sus intenciones sobre las · bases que habian sido propuestas á su consideracion....

No entró Lord Castlereagh á tratar de los demas puntos, como dependientes de este mas principal, y la negociacion tampoco tuvo otras resultas; debiendo las armas continuar en su impetuoso

curso.

Empieza la guerra de Francia con Rusia.

De consiguiente, el emperador francés, prevenido y aderezado para la campaña, salió de Paris el 9 de mayo, y despues de haberse detenido hasta últimos del mes en Dresde, donde recibió el homenage y cumplidos de los principales soberanos de Alemania, encaminóse al Niemen, límite de la Rusia. Mas de 600,000 hombres tomaban el mismo rumbo, entre ellos unos pocos españoles y portugueses, reliquias de los regimientos de la division de Romana, que quedaron en el Norte, y de la del marques de Alorna, que salió de Portugal en 1808, con algunos prisioneros que de grado ó fuerza se les habian unido. De tan inmenso tropel de gente armada 480,000 hombres estaban ya presentes, y comenzaron á pasar el Niemen en la noche del 23 al 24 de junio, siendo Napoleon quien primero invadió el territorio ruso, y dió la señal de guerra; señal que resonó por el ámbito de aquel imperio, y fue principio de tantas mudanzas y trastornos.

Influjo de esta guerra respecto de España.

En medio de la confianza que inspiraba á Napoleon su constante y venturoso hado, obligáronle las circunstancias á aflojar, por lo menos temporalmente, en el proyecto de ir agregando á Francia las provincias de España. Sin embargo, aferrado en sus decisiones primeras, no varió ni tomó ahora esta, sino muy entrada la primavera, y cuando ya habia fijado el momento de romper con Rusia. Notóse por lo mismo que José continuaba quejándose, aun en los primeros meses del año, del porte de su hermano; resaltando su descontento en las cartas interceptadas á su desgraciado secretario Mr. Deslandes. Entre ellas las mas curiosas eran dos escritas á su esposa y una al emperador; todas tres de fecha 23 de marzo. Y la última inclusa en una de las primeras, con la advertencia de solo entregarla en el caso de que se publicase el decreto de reunion (son sus expresiones),

y de que se publicase en la gaceta.» Por la palabra « reunion » entendia José la de las provincias del Ebro á Francia, pues aunque estas, segun hemos visto, sobre todo Cataluña, se consideraban ya como agregadas, no se habia anunciado de oficio aquella reso

lucion en los papeles públicos. En la carta á su hermano le pedia José que le permitiese deponer en sus manos los derechos que se < habia dignado trasmitirle á la corona de España hacia cuatro < años; porque no habiendo tenido otro objeto en aceptarla que la <felicidad de tan vasta monarquía, no estaba en su mano el reali<zarla. Explayaba en la otra carta á su esposa el mismo pensamiento, é indicaba la ocasion que le obligaria á permanecer en España, y las condiciones que para ello juzgaba necesarias. Decia 1° : « Si el emperador tiene guerra con Rusia y me cree útil aqui, ⚫ me quedo con el mando general y con la administracion general. «Si tiene guerra y no me da el mando, y no me deja la adminis<tracion del pais, deseo volver á Francia. » 2o : « Si no se verifica la guerra con Rusia, y el emperador me da el mando ó no me lo da, tambien me quedo; mientras no se exija de mi cosa alguna <que pueda hacer creer que consiento en el desmembramiento de la monarquía, y se me dejen bastantes tropas y territorio, y se me envie el millon de préstamo mensual que se me ha prome<tido... Un decreto de reunion del Ebro que me llegase de impro‹ viso, me haria ponerme en camino al dia siguiente. Si el empe<rador difiere sus proyectos hasta la paz, que me dé los medios de <existir durante la guerra. Triste situacion y necesaria consecuencia de haber aceptado un trono que afirmaba solo la fuerza extraña: debiendo advertirse que la hidalguía de pensamientos que José mostraba respecto de la desmembracion de España desaparecia con el período último de la postrer carta ; pues en su contexto ya no manifiesta aquel oposicion á la providencia en sí misma, sino á la oportunidad y tiempo de ejecutarla.

De poco hubieran servido los duelos y plegarias de José, si los acontecimientos del Norte no hubieran venido en su ayuda. Napoleon, atento á eso, pero sin alterar las medidas tomadas respecto de Cataluña y otras partes, cedió en algo á la necesidad, y autorizó á su hermano con el mando de las tropas; dejándole en todo mayores ensanches, y aun consintiendo que entrase en habla con las córtes y el gobierno nacional.

Hicimos antes mencion del origen de semejantes tratos, y de la repulsa que recibieron las primeras proposiciones. No por eso desistieron de su intento los emisarios de José en Cádiz, animados con el disgusto que produjo la caida de Valencia en todo el reino, con el que produciria en el mismo Cádiz el incesante bombardeo, y esperanzados tambien en las alteraciones que consigo trajese en la política la regencia últimamente nombrada.

Dos eran los principales medios de que solian valerse dichos emisarios; uno, procurar influir en las determinaciones del gobierno ó empantanarlas; otro, agitar la opinion con falsas nuevas, con el abuso de la imprenta ó con otros arbitrios; sirviéndose para ello á veces de logias masónicas establecidas en Cádiz.

secretas.

Apenas habia tomado arraigo ni casi se conocia en Sociedades España esta institucion antes de 1808, perseguida por el gobierno y por la inquisicion. Tampoco ni ella ni ninguna otra sociedad secreta coadyuvaron al levantamiento contra los franceses, ni tuvieron parte; pues entonces todos se entendian como por encanto; y no se requeria sigilo ni comunicacion expresa en donde reinaba universalmente correspondencia natural y simultánea.

Derramados los franceses por la península fundaron logias masónicas en las ciudades principales del reino, y convirtieron ese instituto de pura beneficencia, en instrumento que ayudase á su parcialidad. Trataron luego de extender las logias á los puntos donde regia el gobierno nacional; proyecto mas hacedero despues que la libertad fundada por las córtes estorbaba que se tomasen providencias arbitrarias ó demasiado rigorosas.

Fue Cádiz uno de los sitios en que mas paró la consideracion el gobierno intruso para propagar la francmasonería. Dos eran las logias principales; y una sobre todo se mostraba aviesa á la causa nacional y afecta á la de José. Celábalas el gobierno, y el influjo de ellas era limitado; porque ni los individuos conspicuos de la potestad ejecutiva, ni los diputados de córtes, excepto alguno que otro por América, aficionado á la perturbacion, entraron en las sociedades secretas. Y es de notar que asi como estas no soplaron el fuego para el levantamiento de 1808, tampoco intervinieron en el establecimiento de la constitucion y de las libertades públicas. Lo contrario de Alemania: diferencia que se explica por la diversa situacion de ambas naciones. Hallábase la última agobiada y opresa antes de poder sublevarse; y España revolvióse á tiempo y primero que la coyunda francesa pesase del todo sobre su cuello. Mas adelante, cuando otra de distinta naturaleza vino á abrumarle en el aciago año de 1814, se recurrió tambien entre nosotros al mismo medio de comunicacion y á los mismos manejos que en Alemania representando gran papel las sociedades secretas en las repetidas tentativas que hubo despues, enderezadas á derrocar de su asiento al gobierno absoluto.

Esperanzas del

partido de José

en los tratos con

[ocr errors]

Lisonjeábanse los emisarios de José de alcanzar mas pronto sus fines por medio de la nueva regencia, en especial al llegar en junio á presidirla de Inglaterra el duque del Infantado. No porque este prócer se doblase á transigir con el enemigo, ni menos quisiera faltar á lo que debia á la independencia de su patria, sino porque distraido y flojo daba lugar á que se formasen en su derredor tramoyas y conjuras. Igualmente esperaban los mismos emisarios sorprender la buena fe de cierto ministro, y sobre todo contaban con el favor de otro, quien, travieso y codicioso de dinero y honores, no se mostraba hosco á la causa del intruso José. Omitiremos estampar

« AnteriorContinuar »