Imagens das páginas
PDF
ePub

Granvela, y por la del rey de Francia el cardenal de Lorena el condestable Montmorency. En celebridad de estas paces se hicieron grandes regocijos, fiestas y procesiones solemnes en los dos reinos de Francia y España (1).

Pasados algunos dias, al regresar ya á España el emperador recibió una invitacion de Francisco, en que le rogaba se viese con él en el puerto de Aguas-Muertas, donde holgaria mucho de recibirle. Accedió Cárlos á ello y se dirigió al punto indicado. Tan pronto como Francisco divisó la galera im. perial, despachó al condestable á decir al emperador que pronto tendria et placer de visitarle en su misma nave. Y en efecto, aunque Cárlos le envió sus ministros suplicándole se ahorrase aquella molestia, éstos encontraron ya al monarca francés que acompañado de algunos personages iba en una barca, y sin querer detenerse arribó á la galera, á la cual le ayudó á subir el emperador con su mano (15 de julio, 1538). Abrazáronse al parecer con la mayor cordialidad al cabo de veinte años de sangrientas y casi contínuas guerras aquellos dos soberanos á quienes poco tiempo hacía se miraba como enemigos implacables. Departieron amistosamente cerca de dos horas, y al despedirse el rey manifestó al emperador la gran satisfaccion que tendria en que quisiese ir á tierra, y la que recibirian tambien la reina su hermana y los principes y princesas. Cárlos, despues de haber vacilado un poco, creyó que no debia ceder á su antiguo rival en generosidad y confianza, y determinó ir á la poblacion con algunos de su córte. Las demostraciones de placer y de amistad de que alli fué objeto el emperador por parte del rey, de la reina, del delfin, de las princesas y personages franceses, esceden á todo encarecimiento, y debieron sin duda maravillar á los mismos monarcas que tan sin piedad hasta entonces se habian tratado, y tantas injurias y agravios se habian hecho mútuamente. Pero es lo cierto, por mas estraño que parezca que asi tan de repente pasaran del estremo de la encmistad y el aborrecimiento al de la mas afectuosa amistad y de la mas ilimitada y caballerosa confianza, que en los dias que duró la entrevista de Aguas-Muertas no hubo de una y otra par- ̄ te sino muestras del mas entrañable y cordial cariño, continuando hasta el momento de despedirse para volver Cárlos á su galera y venirse á España (2).

(1) Dumont, Corp. Diplomat. II.-Rimer. Fæder.-Coleccion de Tratados, t. 11.-Tiepolo, Relazione dell'Aboccamento di Niza Sandoval, Hist. lib. XXIV. núm. 2.

(2) Ribier, Lettres et Memoires d'Etat.Relation de l'entrevue de Charles V. et de Franzois 1.-Sandoval, lib XXIV. núm. 2.

Tenemos á la vista una estensa carta del emperador al marqués de Aguilar (copiada por nosotros del archivo de Simancas, Negociado de Estado, leg. núm. 867), en que le refiere minuciosamente todo lo que pasó en la célebre entrevista de Aguas-Muertas. Daremos á conocer algunos de sus párrafos mas

Tal fué el resultado de la campaña de Francia. De ella salió mucho mas ganancioso Francisco que Cárlos. Este, embriagado con sus triunfos de Africa, la acometió con jactancia contra el dictámen de sus generales, y en el escarmiento llevó el premio de la presuncion: aquel acreditó segunda vez que si fuera de su reino solia ser vencido, sabia mantener la integridad de su territorio contra el poder imperial. Pero la gloria que ganó Francisco como de

curiosos, siquiera por el gusto de oir la narracion como de boca del emperador mismo. «Despues que á los cuatro del presente nos embarcamos en Génova como visteis, habemos siempre estado en mar navegando la mayor parte del tiempo con vientos contrarios, y algunas veces tan recios, que era imposible pasar adelante; de manera, que haciendo lo último de diligencia y esfuerzo, llegamos el domingo pasado que se contaron quince de éste al Puerto de Aguas Muertas, por donde habemos hecho nuestro viage por causa de vernos con el cristianisimo rey de Francia nuestro hermano. . .

«No fué sin dificultad y peligro nuestra llegada al dicho puerto de Aguas Muertas, porque como haciendo diligencia por pasar adelante partiésemos de las pomegas de Marsella el sábado á la tarde trece del presente, la noche sobrevino tan oscura y cerrada de nieblas espesas, que la mayor parte de las galeras no se viendo las unas á las otras, se hubieron de dividir, y las galeras en que Nos veníamos, por el poco fondo que hay en aquellas marinas, encalló y quedó en tierra, y en el mismo instante la investió por la popa otra que la seguia sin podello escusar: pero en fin, con ayuda de Nuestro Señor, todo sucedió bien, y llegamos al dicho puerto el domingo siguiente despues de medio dia, y luego vino á visitarnos el condestable de Francia, que era venido delante y estaba ya alli dos ó tres dias había bien acompañado de personas principales, tornándonos á confirmar y haciendo de nuevo los ofrecimientos hechos por los otros ministros del rey con la demostracion y certificacion de buen ánimo y amor de su rey, el cual aun no era llegado al lugar de Aguas Muertas, porque esperaba nuestra venida en un castillo que es taba cerca con la reina, y el dicho condestable nos dijo que queria y habia de venir á Nos y entrar en nuestra galera confidentemente: y luego enviamos al duque de Alba,

comendador mayor de Leon, y señor de Granvela, para visitarle de nuestra parte en la villa, que es lejos del puerto mas de una legua, y habia de venir aquella tarde sabiendo nuestra llegada; pero se adelantó con tal diligencia, que ellos le encontraron ya á la entrada del puerto, que se viene por un rio, el cual venia en seis barcas muy bien aderezadas y acompañado de principes y personas de Estado, y habiendo entendido la ida y comision de los dichos nuestros ministros, en breves palabras segund se pudo hacer de una barca á otra, pasó sin detenerse, mostrando grandeza de vernos, y no paró hasta llegar á nuestra galera, en la cual entró, y Nos rescibimos y comunicamos con demostracion de muy grande amistad, alegría y contentamiento, como á la verdad lo habia en la una y en la otra parte; y despues de haber estado y hablado juntos cerca de dos horas, que se pasaron en palabras graciosas y certificatorias de la voluntad de cada uno y de ser y quedar verdaderos amigos, sin hablar ni tratar de otras particularidades, remitiendo la declaracion de las que fuesen necesarias á nuestros ministros, y que agora aquellas se determinasen ó no, por esto ni por otra cosa no haya mudanza en esta nuestra amistad, y con esto se partió el dicho rey de Francia de Nos, mostrando muy gran deseo y que le seria gran satisfaccion que quisiese ir al lugar, pero con modestia y sin apretarnos, sino con dulces y graciosas palabras, diciendo que la reina mi hermana y las damas me lo rogarian tan eficazmente, que no se sufriria en cortesia ni buena crianza reusarlo; y aunque por entonces no nos resolvimos en ello, después habiendo considerado la buena voluntad que el dicho rey habia mostrado, y la confianza que usó con Nos, y el bien que se podría seguir de esta vista y el sentimiento de lo contrario si no correspondiamos á la confianza que hizo el dicho rey; y habiendo res

fensor de sus estados, la perdió con la abominable alianza que por vengarso de su rival hizo con el Gran Turco. El tratado de Niza fué ventajoso al rey do Francia, puesto que le dejó en posesion de los dominios que habia ganado en Saboya, y el duque de Saboya se quejaba con razon de haber sido sacrificado à la conveniencia de la reconciliacion de dos poderosos rivales, y de haber sido abandonado por quien debiera ser su protector, siendo su deudo y ami

pecto á lo que nos envió á pedir y rogar la reina nuestra hermana, nos determinamos en ir al lugar el lunes por la mañana, como lo hicimos, y llegamos cerca de las diez horas, y llegando á la lengua del agua y fin del canal que se estiende hasta la puerta de Aguas Muertas, hallamos fuera de la dicha puerta al rey, á la reina, al delfin y duque de Orliens, y todos los príncipes, grandes, princesas y damas que siguen la corte del rey, y fuimos recibidos con gran humanidad y con mayor demostracion de amistad que el Rey habia hecho el dia ántes, y con muy gran alegría y placer de todos los que alli estaban de la una y de la otra parte; y seria cosa muy larga y dificultosa querer declarar particularmente y por menudo el buen tratamiento que nos ha sido hecho, las honestas y cordiales palabras que el dicho rey, la reina nues tra hermana y Nos, habemos pasado privada y familiarmente, que sin duda no podrá ser con mayor demostracion de perfecta amistad, entrañable y cordial afeccion y buena voluntad del dicho rey, y singular placer y contentamiento de habernos hecho esta confianza de venir á él; y Nos, en todo lo que nos ha sido posible, le habemos correspondido y satisfecho por nuestra parte, y clara mente se ha comprendido que sin esta confianza, y vernos y hablarnos como se ha hecho, fuera imposible poder jamás reconciliarnos ni hacer amigos como lo quedamos

«Lo que mas entre el dicho Rey y Nos ha pasado en substancia, es persistir y quedar perpétuamente verdaderos y buenos hermanos, aliados y amigos, y no creer, procurar ni hacer ninguna cosa, donde quiera que sea, el uno en perjuicio del otro; procurar la honra y beneficio el uno del otro respetuosamente entre Nos, que los que son amigos y servidores del uno lo sean del otro, y no puedan quedar ni estar de otra manera, y que nos avisaremos confidente, llana y abiertamente de todo lo que subcediere, y TOMO VI.

con comun consejo y con toda sinceridad entenderemos en el remedio de los negocios públicos de la cristiandad.

«Asimismo se platicó en términos generales de la parte del dicho Señor Rey de hacer alianza de casamiento entre nosotros, sin venir á ninguna particularidad, y con protestacion que, agora se encaminen y concierten ó nó, la dicha nuestra amistad quedará siempre firme y entera, y habemos bien entendido que el dicho Rey y sus ministros han dejado de particularizar esto porque no pueda parescer que estando con ellos lo quisieren tractar á su aventaja, y que solamente lo han querido tocar para mostrar la afeccion que tienen de estender esta amistad no solamente entre Nos, mas entre nuestros hijos y descendientes y los del Rey de Romanos nuestro hermano.

«Finalmente habiendo estado juntos todo el dicho dia Lunes, y dormido aquella noche, y otro dia hasta despues de comer en la tarde, nos volvimos á la galera y el dicho Cristianísimo Rey, el Delfin y Duque de Orliens y el Señor de..... nos acompañaron has→ ta dejarnos en ella, y vinieron con él todos los príncipes y grandes y personas principales de su córte, en lo cual, demas de la buena y cordial afeccion que ha mostrado, no podia hacer de Nos mayor confianza, por donde mas se puede esperar que Dios que ha querido y encaminado esta tan buena obra será servido que la cristiandad resciba beneficios, y nuestros reynos, tierras y vasallos, reposo y tranquilidad, y se evitarán los inconvenientes y daños que han sucedido de las guerras pasadas. Dareis razon á Su Santidad de lo que ha pasado en esta vista, y de la paz y buena amistad en que quedamos con el cristianisimo Rey de Francia, y de la buena voluntad que muestra para lo del turco, hablando en ese punto con desteridad, de manera que no se dé ocasion de juzgar mal del Rey de Francia por causa de la tre 23

go. El papa adquirió el honroso título de pacificador, y logró además el en grandecimiento de su familia que se habia propuesto (1).

Parecia que Europa debía esperar largos años de reposo de resultas de la tregua de Niza y de la célebre y afectuosa entrevista de Carlos y Francisco en Aguas-Muertas. Por desgracia no fué asi, y la historia nos enseñará cuán llena estuvo de contradicciones la vida y la política de aquellos dos belicosos

monarcas.

gua que tiene con el turco, que aun dura por seis ó siete meses, porque no queremos, como es razon, que por nuestra parte se publique cosa que no le esté bien, y podria ser fuera de su voluntad, y entendereis como toman ahí esta paz y lo que sienten de ella, y avisarnos beis de todo lo que hubiere que

decir.>

(4) Consintió el emperador en casar su hija natural Margarita de Austria, viuda de Alejandro de Médicis, con el nieto del papa, Octavio Farnesio, dando á su yerno grandes honores y posesiones cuantiosas.

[ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small]

Gastos inmensos que ocasionaban estas guerras.-Penurias y apuro de numerario que pasaba el emperador.-Pide desde Italia recursos á los aragoneses: respuesta dilatoria de éstos. Viene á España.-Córtes de Valladolid: peticiones.-Córtes generales de la corona de Aragon.-Espone en ellas sus grandes necesidades y deudas.-Servicio que le otorgaron los tres reinos.-Rebelion y escesos del ejército de Milan por falta de pagas. -Motin de la guarnicion de la Goleta por lo mismo.-Medidas crueles contra los amotinados. Célebres Cortes de Toledo.-Triste pintura que hace el emperador del estado de las rentas de la Corona.-Pide un servicio estraordinario: la sisa-Niégasele el estamento de proceres.-Insistencia del monarca.-Firmeza de los grandes.-Vigoroso y enérgico discurso de oposicion del condestable de Castilla.-Lo que la nobleza pedia al rey como remedio á los males del Estado.-Disuelve el emperador bruscamente las Córtes.-Mendiga recursos á las ciudades.—Anécdota curiosa y significativa.-Diálogo entre Carlos V. y un labriego castellano.-Verdades que éste le dijo.-Espíritu y opinion del pueblo.-Muerte de la emperatriz.-Sentimiento del reino.

La acumulacion de tan dilatados, remotos y esparcidos dominios, la dificultad de su conservacion, la necesidad y el afan de guerrear en todas partes y de mantener en pie numerosos ejércitos, tantas y tan gigantescas empresas, y el ostentoso aparato del emperador y de su córte, necesariamente ha bian de ocasionar dispendios que no alcanzaban á sufragar ni las rentas de la corona, ni los sacrificios de los pueblos, ni los arroyos de oro que vinieran del Nuevo Mundo. La espedicion de Africa habia consumido tesoros: los subsidios de Nápoles y de Sicilia no bastaban para el preciso mantenimiento de las tropas, á las cuales se debian atrasos considerables; y todavía el empera

[ocr errors]
« AnteriorContinuar »