Novelas exemplares de Miguel de Cervantes Saavedra, Volume 3J. Ibarra, 1803 |
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... , y llevando consigo unas bolsas grandes de cuero , se entró en él , y cerro tras si la puerta con llave , y aun ( á lo que despues pa- reció ) arrimo á ella dos sillas . P . Apénas se hubo encerrado , quando se juntáron 4 NOVELA DE LAS.
... , y llevando consigo unas bolsas grandes de cuero , se entró en él , y cerro tras si la puerta con llave , y aun ( á lo que despues pa- reció ) arrimo á ella dos sillas . P . Apénas se hubo encerrado , quando se juntáron 4 NOVELA DE LAS.
Página 18
... no che obscurísima salí de casa con inten → cion de ir á Salamanca , donde , donde , segun despues se dixo , creían que Marco An- tonio podia haber venido , porque tame bien es estudiante , y grande amigo y camarada del 18- NOVELA DE LAS.
... no che obscurísima salí de casa con inten → cion de ir á Salamanca , donde , donde , segun despues se dixo , creían que Marco An- tonio podia haber venido , porque tame bien es estudiante , y grande amigo y camarada del 18- NOVELA DE LAS.
Página 30
... este bosque mas de treinta pasageros , dexándolos en camisa : á solo un hombre dexáron libre para que desatase á los de- mas despues que ellos hubiesen tras- puesto una montañuela , que le diéron por señal . 30 NOVELA DE LAS.
... este bosque mas de treinta pasageros , dexándolos en camisa : á solo un hombre dexáron libre para que desatase á los de- mas despues que ellos hubiesen tras- puesto una montañuela , que le diéron por señal . 30 NOVELA DE LAS.
Página 38
... despues que con dificultad retiró sus manos de la boca del mancebo , estuvo satenta á ver lo que le respondia , el qual dando pro- fundo gemido , acompañado de muchos suspiros , dixo : No quiero ni puedo negaros , señor , que vuestra ...
... despues que con dificultad retiró sus manos de la boca del mancebo , estuvo satenta á ver lo que le respondia , el qual dando pro- fundo gemido , acompañado de muchos suspiros , dixo : No quiero ni puedo negaros , señor , que vuestra ...
Página 66
... despues de vuestra muerte , que bien poco tiem- po se pase sin que os siga en esta úl- tima y forzosa jornada y así os rue- go primeramente por Dios , á quien mis deseos é intentos van encaminados , luego por vos , que debeis mucho á ...
... despues de vuestra muerte , que bien poco tiem- po se pase sin que os siga en esta úl- tima y forzosa jornada y así os rue- go primeramente por Dios , á quien mis deseos é intentos van encaminados , luego por vos , que debeis mucho á ...
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Palavras e frases frequentes
acabó adonde agenas agra ahora Alférez alguacil alma amigo aposento asno baxa Berg Berganza Bolonia bruxa buen caballero calle Camacha cielo cintillo Cipion Colindres contar contento Cornelia criado criatura cura daba debia decia decir desdichada despues dexar dice digo diligencia dió dixo Doña Estefanía duque escuti esposo estaba Ferrara Flándes fuese galeras gente gitano guarda gusto habeis habia hablar halló hermano hijo honra huésped hurtos Leocadia llaman llegáron llegó llevar Lorenzo Bentibolli luego mano maravi Marco Antonio menester mirando mozo muger mundo nera niño noche ñor oido ojos padre parece pasar pendencia perros poco podia preguntó priesa puesto puso qual quales quan quando quatro quedó quereis queria quiero quise Rafael ralta remedio respondió rostro saber sabia salir Sevilla siera tambien tarme tengo tenia Teodosia tonio traía venia verdad vestido vino vió visto volver vues
Passagens conhecidas
Página 229 - Has de saber, Berganza, que es costumbre y condición de los mercaderes de Sevilla, y aun de las otras ciudades, mostrar su autoridad y riqueza, no en sus personas, sino en las de sus hijos; porque los mercaderes son mayores en su sombra que en sí mismos.
Página 54 - Admiróles el hermoso sitio de la ciudad y la estimaron por flor de las bellas ciudades del mundo, honra de España, temor y espanto de los circunvecinos y apartados enemigos, regalo y delicia de sus moradores, amparo de los extranjeros, escuela de la caballería, ejemplo de lealtad y satisfacción de todo aquello que de una grande, famosa, rica y bien fundada ciudad puede pedir un discreto y curioso deseo.
Página 209 - ... los cuentos unos encierran y tienen la gracia en ellos mismos, otros en el modo de contarlos: quiero decir, que algunos hay, que aunque se cuenten sin preámbulos y ornamentos de palabras, dan contento; otros hay, que es menester vestirlos de palabras, y con demostraciones del rostro y de las manos, y con mudar la voz se hacen algo de nonada, y de flojos y desmayados se vuelven agudos y gustosos...
Página 217 - Juanica, y otras cosas semejantes; y esto, no al son de chirumbelas, rabeles o gaitas, sino al que hacía el dar un cayado con otro, o al de algunas tejuelas puestas entre los dedos; y no con voces delicadas, sonoras y admirables, sino con voces roncas, que, solas o juntas, parecía, no que cantaban, sino que gritaban o gruñían.
Página 259 - ... muchos y muy muchos escribanos hay buenos, fieles y legales, y amigos de hacer placer sin daño de tercero; sí, que...
Página 290 - Dios no quería; por lo cual podrás venir a entender cuando seas hombre que todas las desgracias que vienen a las gentes, a los reinos, a las ciudades ya los pueblos, las muertes repentinas, los naufragios, las caídas, en fin, todos los males que llaman de daño, vienen de la mano del Altísimo y de su voluntad permitente; y los daños y males que llaman de culpa, vienen y se causan por nosotros mismos. Dios es impecable, de do se infiere que nosotros somos autores del pecado...
Página 285 - Hay opinión que no vamos a estos convites sino con la fantasía, en la cual nos representa el demonio las imágenes de todas aquellas cosas que después contamos que nos han sucedido. Otros dicen que no, sino que verdaderamente vamos en cuerpo y en ánima; y entrambas opiniones tengo para mí que son verdaderas, puesto que nosotras no sabemos cuándo vamos de una o de otra manera, porque todo lo que nos pasa en la fantasía es tan intensamente, que no hay diferenciarlo de cuando vamos real y verdaderamente.
Página 329 - Y has de considerar que nunca el consejo del pobre, por bueno que sea, fue admitido, ni el pobre humilde ha de tener presumpción de aconsejar a los grandes ya los que piensan que se lo saben todo.
Página 311 - No tienen criados, porque todos lo son de sí mismos; no gastan con sus hijos en los estudios, porque su ciencia no es otra que la del robarnos.
Página 236 - ... si la sarna y la hambre no fuesen tan unas con los estudiantes, en las vidas no habría otra de más gusto y pasatiempo, porque corren parejas en ella la virtud y el gusto, y se pasa la mocedad aprendiendo y holgándose.