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NÚMERO 3

Relación de la batalla naval de Maracaibo par los historiadores venezolano's.

Don Ramón Azpurúa, en la biografía de José Padilla, escribía:

«El coronel Padilla se dirigió á Maracaibo á reforzar la escuadra bloqueadora y tomar el mando de ella en jefe. Componíase ésta de la corbeta Constitucional; de los bergantines Bolivar, Marte é Independencia; de las goletas Espartana, Atrevida y Terror, y de tres flecheras. Su punto de recalada era en los Taques.

>>En este punto permaneció Padilla con su escuadra hasta principios de Mayo, y de allí salían sus buques por diversos cruceros á hostilizar á Morales, apresando los auxilios que se le enviaban de las Antillas. »Dadas por Padilla las disposiciones convenientes, determinó atacar la barra, y el día 7 de Mayo, á las cinco y media de la tarde, fondeó su escuadra al frente del castillo de San Carlos, guarnecido con tropas de Morales. Al amanecer del 8, hecha la señal de leva, la escuadra se dirigió á la barra en línea de combate, y pasando por entre los fuegos de los castillos de San Carlos y el opuesto, logró con su intrepidez hacer surcar sus naves sobre las aguas del Zulia, con sólo la pérdida del bergantín Peacok, que fué varado; y aunque murieron algunos de sus leales servidores, se salvó la mayor parte de los jefes, oficiales y tripulación, quedando el barco á pique.

»Padilla y sus dignos compañeros de armas Beluche, Jolú y Chitti se cubrieron de gloria llevando á cima una empresa de las más audaces que presenta la guerra de la independencia.

>>Situada la escuadra republicana frente de Maracaibo, provocaba á la enemiga, que siempre esquivó el combate; pero vuelto á la punta de Palma, fué atacado por la española el día 20.

»Trabado el combate, los enemigos trataron de abordar uno de los barcos mandado por el capitán Beluche, que se distinguió como de costumbre; y al fin tuvieron que retirarse, perdiendo la goleta Margarita y los capitanes de navío (sic) Francisco de Sales Echevarría y Manuel Machado. Padilla recibió también una contusión de bala en la cabeza.

»En el Mojan atacó Padilla las fuerzas sutiles de los españoles, que logró maltratar, pero no destruir; y en las cercanías de Maracaibo volvió á atacar la Armada española, que huyendo se acogió al puerto.

»Anclada la escuadrilla republicana en Altagracia, avistó unas embarcaciones en que el enemigo remitía al castillo de San Carlos todos los en

fermos que tenía y los enseres de los hospitales. Perseguidas por aquélla, muy pocos individuos pudieron escaparse arrojándose al agua, y fueron tomadas II embarcaciones.

>En combinación Padilla y Manrique, determinaron dar un golpe de mano á la ciudad de Maracaibo, y se dirigen á ella el 16 de Junio. La escuadra empezó el ataque contra una de las fortalezas, poniéndose los buques debajo de las baterías á tiro de metralla; y á las cinco de la tarde, en que se habían reunido las fuerzas, se trabó un reñido combate en las calles, que fué necesario ir ganando una en pos de otra. A las siete de la noche los republicanos eran dueños de media ciudad, lo que, sabido por Padilla, desembarcó en el muelle el resto de la división, y continuó el combate con ,y el mayor encarnizamiento hasta las diez de la noche, en que el enemigo fué completamente derrotado.

»La escuadra había sufrido cerca de Maracaibo un temporal tan violento, que á dos goletas se les rompieron sus cables y encallaron cerca de la costa; pero fué tanta la actividad de Padilla y tanto el acierto de sus medidas, como útiles fueron para Colombia y gloriosas para su autor.

>>A pocos días llegó al puerto de los Taques el capitán de navío D. Angel Laborde, marino experimentado al servicio del Gobierno español, y que acababa de triunfar de la escuadra republicana al mando del capitán Taniell (sic), en la costa de Puerto Cabello.

»Padilla esperó á Laborde en la punta de Palma, acoderados á tierra sus buques mayores y las fuerzas sutiles, después de haber embarcado 771 infantes de los mejores soldados. El enemigo tenía á bordo un número mayor de veteranos.

>>El 23 de Julio amaneció la escuadra española formada en línea, y el general Padilla visitó cada uno de sus bajeles, exhortando á los jefes, oficiales y tripulaciones á que cumplieran su deber. El 24 el viento no era favorable hasta las dos de la tarde, y después de un movimiento estratégico, ejecutado con las fuerzas sutiles, levó anclas la escuadra colombiana en la debida formación. Cerca de las cuatro el enemigo rompió el fuego, y como la última señal que se había dado por Padilla era la de abordaje, ninguno de sus buques disparó un cañonazo hasta que los penoles se estaban tocando. En ese momento empezó un fuego horroroso de artillería y fusilería. El bergantín Independiente, en que iba Padilla, atacó y rindió al San Carlos; el Confianza abordó á una goleta; la Emperatriz tomó el bergantín Esperanza, que, incendiándose, voló, dejando al Marte y otros buques de la escuadra republicana cubiertos de humo. El Marte se apoderó de algunas embarcaciones enemigas, y los demás bajeles llenaron cumplidamente su deber,

>>En breve las aguas del lago se tiñen de sangre, y se cubren de hombres muertos y de vivos que luchan con la muerte. Abordados los buques enemigos, caen todos bajo el filo de las armas blancas, y sus tripulaciones se arrojan al mar creyendo salvar sus vidas. Solamente la goleta colombiana Antonia Manuela tuvo la desgracia de ser abordada por el enemigo, que ya había degollado á cuantos la tripulaban antes que la recuperaran la Leona y un bote armado del Independiente.

>>Tomáronse al enemigo casi todas sus embarcaciones y más de 420 prisioneros; y perdió entre muertos y heridos 473 hombres. Laborde huyó, en el único bajel que se salvara, hacia Puerto Cabello (sic).

>>El valor heroico y las acertadas disposiciones del general Padilla fueron admirables, dándole un lugar muy distinguido en las brillantes páginas de la historia de la independencia, y se lo dan también en la de todos los tiempos y naciones. Los capitanes de navío Beluche, Tono y Jolú contribuyeron también con su espada y su inteligencia á tan espléndida victoria. >>Consecuencia de ella fué la capitulación, que dió por resultado la entrega de la importante plaza de Maracaibo, lo cual facilitó también la toma de Puerto Cabello por asalto en Noviembre del mismo año de 23.

>Estos hechos produjeron en toda la extensión de Colombia un júbilo universal, como que eran precursores de la terminación de la guerra de independencia.>>

Don Rafael María Baralt conforma en su Resumen de la historia de Venezuela con los datos consignados en el parte oficial de D. Angel Laborde. Tenían los republicanos, dice, tres bergantines, siete goletas y fuerza sutil respetable, con 872 marineros; los realistas tres bergantines, 12 goletas y 16 embarcaciones menores, con un total de 67 piezas de artillería, 497 marineros y 925 soldados, conjunto que considera inferior. El combate fué obstinado: perdieron los primeros ocho oficiales y 36 soldados muertos, 14 oficiales y 105 individuos heridos: los segundos 800 muertos, y heridos 69 oficiales, y 369 soldados prisioneros.

Las últimas cifras se aproximan también á las del parte del general Morales, fechado en Santiago de Cuba el 31 de Agosto, y publicado en esta ciudad y en la de la Habana. Sesenta y ocho oficiales y más de 500 individuos de tropa, escribe, quedaron prisioneros.

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NÚMERO

Carta del comandante de Marina del apostadero de Puerto Cabello D. Angel Laborde al ministro de Marina, fecha 20 de Diciembre de 1823, censurando las determinaciones del general Morales, y defendiéndose de sus inculpaciones.-Extracto hecho por el mismo Laborde en el índice de su colección.

Número 493.-Manifiesta al Excmo. Sr. Ministro de Marina los medios que, en última instancia, ha empleado para la remesa de su correspondencia.—Insiste sobre la importancia de su oficio, referente á los acaecimientos de Maracaibo.-Refiere los esfuerzos que hizo para el socorro de la Costa Firme después de habersele ido á pique la fragata Ligera, principalmente de la plaza de Puerto Cabello, cuya importancia desconoció siempre el general Morales.-Manifiesta la falta de sistema en la parte económica, sus tropelías, é indica desistió este general del verdadero plan de operaciones militares para la empresa aventurada de Maracaibo.-Demuestra no ha esperado á estos momentos de angustia para dar saludables avisos á la superioridad, que, si no hubieran sido desoídos, hubieran sido bastantes para precaver los males que han acaecido y que pronosticó con harta antelación y claridad. Advierte la remesa hecha de las relaciones y documentos concernientes á los sucesos de Maracaibo.- Explica que la entrada de los enemigos en la Laguna no fué una sorpresa; que esta empresa fué publicada con antelación, y que en esta misma ventilación é incuria del general Morales fundaron los enemigos todas las seguridades para ejecutarlo con buen éxito.-Lejos de tratar este general de la defensa de la barra, contradice lo que S. M. manda en el plan de defensa que prescribió al intento; se desentiende igualmente del del coronel D. Feliciano Montenegro; contradice las disposiciones de su segundo D. Sebastián Calzada, y cuantos saludables avisos y consejos se le dieron.-Nuevas deducciones que el general Morales suministró á los enemigos para animarlos á la empresa de pasar la barra é introducirse en la Laguna.-Manifiesta al Excmo. Sr. Ministro de la Marina puede asegurar á S. M. de su parte que nadie sino el general Morales era capaz de cometer el absurdo de dejar entrar á los enemigos en la Laguna de Maracaibo, cosa que cualquiera otro hubiera absolutamente imposibilitado.-Trata del plan de defensa del Sr. Cramer para la ciudad, laguna y provincia de Maracaibo, mandado observar de Real orden.-El general Morales tenía conocimiento de este plan.-Este plan prescribe como punto primordial la defensa de la entrada de la barra é introducción en la Laguna, y demuestra que de la posesión de ella depende la de toda la provincia.---Alteraciones del local de la entrada de la barra de Maracaibo y de

la boca de su laguna; medios de defensa de Montenegro consecuentes á estas variaciones.-El coronel D. Manuel Junguito, antecesor de Montenegro en el gobierno de Maracaibo, reconoce el terreno é igualmente concluye, que en el día el castillo de San Carlos es ineficaz para impedir la entrada en la Laguna.-Montenegro somete su plan de defensa al general Latorre que lo hace examinar, y aprueba se edifiquen las baterías con què absolutamente se imposibilita la entrada de la barra.-El general Morales es instado para que las mande artillar; pasa á reconocerlas, se empeña en no sacar partido de ellas, insulta á todo el mundo y manda que los buques de la escuadrilla que Calzada había hecho concurrir al castillo retrocediesen al puerto de Maracaibo.-En qué términos los enemigos pasaron la barra, y por delante del castillo de San Carlos, sin la menor oposición marítima, y por tierra nada más que el insignificante tiroteo del expresado castillo.— Aún comete el general Morales un error más craso dejando pasar los enemi gos el Tablazo, en el que quedaron cinco días varados y absolutamente indefensos, teniendo este general medios sobrados para anonadarlos enteramente sin la menor oposición ni riesgo, y todo lo dicho se comprueba con documentos irrefragables.-Es requerido para dar este ataque y se deniega á ello.—Copia de la relación de estos sucesos en el periódico que se publicaba en Maracaibo bajo la redacción del general Morales.-Se examina, ilustra y desmiente esta relación en la parte que se desvía de la verdad.— El día 9 de Mayo último sale el general Morales del puerto de Maracaibo mandando la escuadrilla y fuerza sutil, forma línea delante del desembarque del Tablazo, dan la vela los enemigos de Sapara; varan á su vista en este paso, anochece, y en vez de quedarse en observación para atacar oportunamente á los varados, manda á nuestra escuadrilla regrese á Maracaibo, y con la fuerza sutil pasa á situarla y fijarla en el Moján.- Digresión preventiva acerca del teniente de fragata D. Francisco Sales de Echevarría, por ser muy conveniente esta aclaración.-Razones en que ha podido fundarse la constante propensión del general Morales de no oponerse eficazmente, como lo pudo, á la entrada de los enemigos por la barra y boca de la Laguna, y resortes que pudieron dirigir su ánimo llamando indebidamente su atención hacia otro punto, cosa muy digna de reflexión y de indagación. Al cabo de cinco días de estar los buques enemigos varados en el Tablazo, salen de él sin lesión alguna, y tranquilamente se presentan delante de la ciudad de Maracaibo, y es cuando el general Morales, perdida la única ocasión de destruirlos, piensa en futuros ataques con fuerzas tan desiguales.-El general Morales sabía que sus fuerzas navales en la Laguna no podían recibir aumento.-Reflexiones que debió hacer referentes á su situación y en consecuencia á sus primitivos errores.-Partidos que le res

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