Imagens das páginas
PDF
ePub

nación con el refuerzo de madera y las andanas de lingotes. En el costado se abrirían 10 cañoneras redondas ó circulares para igual número de piezas de bronce del calibre de á 24, no dejando á éstas más de tres pulgadas de luz; teniendo cada una su porta de hierro batido, de media cuarta de espesor, con visagras correspondientes. Las abriría el cañón con su joya al entrar en batería, y se cerrarían por su peso al retroceder aquél por el disparo.

Abriríase en la cubierta sobre cada cañón un respiradero á los fogonazos, y se dispondrían las cureñas de corredera de manera que el dicho retroceso se verificara en sentido normal al costado, atendida la dimensión de la cañonera.

El costado de babor se dejaría cual estaba, pues que sólo había de servir para claridad, ventilación y desahogo del buque, entrada y salida de él, provisión y servicio exterior.

Se acoderaría la flotante con un ancla á popa y otra á proa, pero teniendo dos cadenas cada una que entrarán en el vaso por escobenes diferentes, á fin de alejar el riesgo de ser cortadas.

La estiva en bodega consistiría en cañones viejos sentados sobre polines de madera, en número y peso suficientes para equilibrar el buque, regulando por su medio la puntería horizontal de las piezas de batería.

Por esta ligera explicación se advierte la idea embrionaria del acorazado moderno, de costado y cubierta protegidos contra la artillería de á 24, que era la más poderosa del tiempo. Los autores la juzgaban invulnerable aun á la bala roja, é irresistible para cualquiera fortificación, situándola á corta distancia; la junta de jefes de Marina, de ingenieros y de artillería, nombrada con objeto de estudiar el plan, no fué del mismo parecer, encontrando un mundo de razones teóricas contra la estabilidad y la resistencia del aforro defensivo, por las que el proyecto no tuvo aceptación 1.

1

1 Durante la guerra civil de los Estados Unidos de América, en 1861 al 62, los del Sur blindaron ó acorazaron la fragata Merrimac con rieles de ferrocarril que resultaron impenetrables á los proyectiles enemigos. La idea de utilizar como defensivo un material abundante, viene å ser la misma ocurrida á López y á Escassi.

[ocr errors]

Había empezado á estimarse poco lo de casa, esperando para la adopción de novedades que las sancionara la práctica en las Marinas que habían tomado delantera. De ellas vino la sustitución de los cables de cáñamo por cadenas de hierro, la adopción de éstas para ciertas funciones del aparejo; bozas de las vergas mayores, por ejemplo; la aplicación más general de barras y láminas del mismo metal; en curvas de seguridad del casco, en puntales de batería, en bitas, en refuerzos generales con que se ganaban espacio, ligereza y elasticidad, sin perder resistencia; en los aljives ó envases del agua, muy superiores en condiciones higiénicas, además, á la tonelería; en el aforro de hoja de los pañoles de pan y de legumbres; progresos todos de esta época, así como el de las máquinas disparadoras de anclas, el de pararrayos, el de la sala de armas en las cámaras de oficiales, con varias más.

Paso más señalado constituyó la libertad para emplear en la navegación buques movidos por máquinas de vapor, que empezó á utilizarse inmediatamente. Un anuncio dado al público en 1819 describe la embarcación como sigue:

«En los días 14 y 15 del presente hizo su primer viaje á Sanlúcar de Barrameda, y regresó á Sevilla, el segundo barco de vapor de pasaje de la Real Compañía del Guadalquivir, nombrado Infante Don Carlos, alias Neptuno. Este nuevo buque se ha construído con mayor perfección que el primero, que se botó al agua en Mayo de 1817. La experiencia de año y medio y los progresos que en este tiempo han hecho los extranjeros en materia de máquinas de vapor aplicadas á este objeto, han facilitado los necesarios conocimientos para que este nuevo barco se haya dispuesto del modo más ventajoso. Sus dimensiones son: 90 pies de eslora, 31 de manga, inclusa la galería, y II de puntal. La máquina es de 20 caballos y de doble inyección: no hay en ella rueda dentada; de modo que no ejerciendo fuertes rozamientos, no causa ruido que pueda incomodar á los pasajeros, no obstante ser muy acelerado su movimiento; tampoco ocasiona mal olor ni molesta la salida del vapor sobrante. por la buena colocación de los tubos por donde se expele. Las dos cáma

ras de popa y proa son de caoba trabajada con mucho primor, y están adornadas con buen gusto, sin que nada falte á la decencia ni á la comodidad. Tiene además tres camarotes á popa y uno á proa destinados al servicio público. Se ha establecido en el mismo barco, para mejor asistencia de los que en él transiten, una fonda abundante y bien provista. Este nuevo barco de vapor ha hecho el viaje desde Sevilla á Sanlúcar, cuya total distancia es de 18 leguas y media, en ocho horas y treinta tres minutos, y el de regreso en nueve horas y veintitrés minutos.>>

De la prontitud de aplicación en España se forma idea recordando que el primer vapor de Fulton inauguró los viajes desde Nueva York á Albany, por el Hudson, en 1807; en 1812 lo imitó en Escocia otro buque de la misma especie y tres caballos de fuerza, recorriendo en el Clyde la distancia entre Glasgow y Greenock; la primitiva Compañía francesa botó al agua en Bercy, cerca de París, el nombrado Charles Philippe en 1817; el año siguiente navegaba otro por el Garona, entre Burdeos y Langon 1.

1

Transcurrieron algunos en observación, cuyo resultado dió más y más desarrollo á las adopciones; en Agosto de 1831 se adquirió en los Estados Unidos de América una draga para la limpieza del puerto de la Habana, con buque de vapor auxiliar que remolcara los gánguiles ó bateas.

Siendo cortas la necesidad y la demanda, escasa debía ser la oferta de obras técnicas relacionadas con la nave: una, de autor anónimo, enseñaba á remediar las averías y la falta absoluta del timón en 20 casos distintos, reducidos á cuatro sustituciones: timón de respeto, provisional, rastra y espadilla. Su título:

Modo de remediar en la mar las averías ó falta absoluta del timón.— Impreso en Cádiz, año 1817.

De construcción y maniobra:

Cartilla práctica de construcción naval dispuesta en forma de vocabula

1 Noticia histórica sobre las máquinas de vapor. Gaceta de Madrid de 30 de Septiembre de 1828.

rio, por D. Timoteo O'Scalan, capitán de navío é ingeniero hidráulico.— Madrid, 1829. En 4.°

Cartilla marítima para la instrucción de los caballeros guardias marinas, por D. Miguel Roldán, capitán de fragata. Impresa de real orden.— Madrid, imprenta de D. Miguel de Burgos, 1831. En 4.o, 663 páginas.

Faenas y maniobras navales. Obra presentada al brigadier D. Francisco Pérez de Grandallana, por D. Francisco Basurto y Vargas, capitán de navío de la Armada, el año 1828. Un tomo manuscrito.-Biblioteca Balaguer, en Villanueva y Geltrú.

Tanto cabe decir del armamento, explicado en dos trabajos de origen y aplicación autoritarios que vulgarizaban el conocimiento del cañón bombero inventado por Paixhans; de la Colombiada, del calibre de á 100, ensayada en los Estados Unidos; de la generalización de la carronada y la gonada; del montaje giratorio ó en coliza; de los cohetes á la Congreve y los torpedos de Fulton; composiciones incendiarias y fulminantes.

Tratado de artillería de Marina para uso de los individuos de la brigada real del mismo cuerpo, escrito de real orden por D. Francisco Ciscar, etc. -Madrid, Imprenta Real, 1829. En 4.°

Cartilla de artillería de Marina para uso de los guardias marinas, escrita de real orden, por D. Francisco Ciscar, jefe de escuadra, etc.-Madrid, Imprenta Real, año 1830. En 4.o

Lo que atañe á organización y régimen interior está comprendido en la colección de reales órdenes. Son de notar *como principales variaciones la supresión de los pajes de escoba, institución de cabos de mar, y al fin adopción de vestuario uniforme para la marinería, medida iniciada en el apostadero de la Habana por D. Angel Laborde, y que se generalizó por orden extensiva á todos los buques de la Armada.

Un alférez de navío, D. Bonifacio de Tosta, formado en la escuela de Mazarredo, prestó buen servicio ideando telégrafo marítimo de banderas para comunicar de un buque á otro.

Su método, original é ingenioso, aprobado por el Gobierno, mejoraba al de Sir Home Popham, dado á luz en 1803 y que inmediatamente adoptaron casi todas las Marinas. Hizose edición oficial, prontamente agotada, motivo para la segunda con simplificación debida á D. Antonio Martínez y Tacón. En las señales ordinarias de escuadra hubo escasa variación.

Telégrafo marítimo para el uso de los buques de S. M. Por el alférez de navío de la Real Armada D. Bonifacio de Tosta.-Sevilla, Imprenta Real, 1810. En folio, 128 páginas.

Telégrafo marino. Por D. Antonio Martínez, teniente de fragata de la real Armada.-San Fernando, imprenta de Marina, 1819. En 8.o menor.

Instrucciones y señales para el régimen y maniobras del convoy de la grande expedición destinada á Ultramar, que escolta la escuadra del mando de D. Francisco Mourelle, brigadier de la Armada, etc.- San Fernando, imprenta de D. Miguel Segovia, año de 1819. En 4.o, 62 hojas.

Como respuesta al silencio, ya significativo, por parte de los que pudieran estudiar al bajel en sus aspectos varios, aparecen en el reinado de Fernando VII los que abarcan al conjunto; los que doliéndose de la decadencia y postración á que iba rápidamente caminando la Armada, daban la voz de alarma ó lanzaban al aire protestas y lamentos. Pertenecen á este género las memorias manuscritas é inéditas de Grandallana, Mazarredo, Escaño, Salcedo, Vázquez de Figueroa, componiendo las últimas, por sí solas, treinta volúmenes abultados de observaciones, y los opúsculos ó libros impresos que por orden de fechas apunto á continuación:

Discurso histórico-político-militar, productivo de ventajas al real servicio, al Estado y causa púb'ica, por medio del estímulo á las virtudes morales militares y á la aplicación, florecimiento de ciencias, artes, industria y comercio nacional, aumento de la marina mercantil y fomento de la Real y Ejército terrestre, anfibio y aguaril; de la monarquía española para instaurar su antiguo poder, y de este modo contrarrestar á la común rival que se atribuye el imperio de los mares. Por el teniente de fragata don Francisco de Paula Amieba. Año de 1808. Manuscrito en 4.o1.

Propiedad del general D. José Gómez de Arteche.

1

« AnteriorContinuar »